Una reciente misiva enviada al director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Todd Lyons, y respaldada por la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU) y otras organizaciones de derechos humanos, denuncia la dramática situación que enfrentan las mujeres embarazadas recluidas en los centros de detención del ICE.
De acuerdo a información publicada en el diario español El País, a pesar de que las directrices de la agencia instan a evitar la detención de mujeres gestantes, los agentes han continuado arrestando a estas mujeres en aras de aumentar el número de detenidos para lograr la mayor deportación de la historia.
Negligencia médica y malos tratos documentados
La ACLU ha recopilado múltiples casos que demuestran un patrón de negligencia y abuso. Las mujeres gestantes detenidas han reportado una serie de malos tratos que incluyen:
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- Ser esposadas e inmovilizadas durante el transporte.
- Detención en régimen de aislamiento.
- Atención prenatal tardía y deficiente.
- Negación de vitaminas prenatales.
- Alimentación inadecuada.
- Falta de interpretación y traducción en las consultas médicas.
- Atención médica provista sin consentimiento.
- Negligencia médica que ha resultado en una infección peligrosa tras sufrir un aborto espontáneo.
- Incluso existen varios casos de mujeres que han sufrido abortos sin recibir tratamiento adecuado durante su detención.
- Algunas relatan haber sido transportadas de urgencia al hospital mientras sufrían sangrados vaginales y estaban esposadas de pies y manos.
El caso de “Ana”
Ana (nombre ficticio), una mujer de más de 20 años embarazada de seis meses, recluida en el centro de detención de Basile, Luisiana, narró, que durante su primer mes de encierro, no recibió las vitaminas prenatales recomendadas.
Aunque padece náuseas, vómitos y dolor corporal, el centro solo le ha suministrado Tylenol. Además, apenas come, ya que no puede retener la mayoría de los alimentos que le proporcionan.
Contexto de las políticas de detención
Las directrices que regían la actuación del ICE para evitar la detención de mujeres embarazadas y lactantes desde 2021 fueron revocadas por la campaña de deportaciones de la Administración Trump.
Aunque la Administración Biden impuso restricciones, permitiendo la detención solo en "circunstancias excepcionales" (como representar una amenaza a la seguridad nacional o un daño inmediato), la realidad es que los agentes han continuado arrestando a las gestantes a pesar de la necesidad de cuidados adicionales que los centros no pueden proveer.