La sentencia T-391/24 de la Corte Constitucional de Colombia marcó un hito al reconocer que los animales de compañía pueden tener un papel relevante en la estructura familiar. Lo notable de este fallo no fue solo su alcance, sino su fuente de inspiración: una sentencia mexicana, dictada por el 11° Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, en el Amparo Directo 454/2021, que introdujo en el derecho mexicano el concepto de “familia multiespecie”.
En esa resolución, la jueza Paula María García Villegas sostuvo que las mascotas desempeñan “un papel de protección, apoyo, compañía, cariño y cuidado hacia los humanos”, y que en muchos hogares “son miembros de la familia”. Este enfoque, inédito en la región, fue citado textualmente por la Corte colombiana como referente latinoamericano en materia de bienestar animal y estructura familiar.
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De bienes muebles a seres sintientes
El caso colombiano —registrado bajo el expediente T-9.350.590— surgió de una disputa judicial por la custodia de dos perros en medio de un proceso de divorcio. Aunque el proceso fue declarado improcedente por motivos de subsidiariedad, la Corte Constitucional aprovechó el análisis para reafirmar que los animales, aunque jurídicamente catalogados como “bienes semovientes”, son seres sintientes, por lo que deben recibir un trato que proteja su bienestar y vínculo afectivo con las personas.
En su razonamiento, el magistrado Antonio José Lizarazo Ocampo subrayó que el maltrato animal está constitucionalmente prohibido, y que las decisiones judiciales deben evitar causar daño emocional tanto a los animales como a los menores que conviven con ellos. La Corte colombiana citó el fallo mexicano para reforzar su interpretación sobre el rol de los animales dentro de la familia y la obligación del Estado de garantizar su protección y bienestar.
México, referente en derecho animal
La jueza mexicana Paula María García Villegas expresó su orgullo tras conocer la cita de su resolución en un tribunal constitucional extranjero. “Nos citaron, transcribieron la parte más importante de esta sentencia mexicana... me siento honrada”, declaró en redes sociales.
El reconocimiento de un tribunal colegiado mexicano por parte de una Corte Constitucional latinoamericana es poco frecuente, lo que demuestra el creciente impacto de la jurisprudencia mexicana en temas de derecho animal, familia y derechos humanos.
El concepto de “familia multiespecie” no solo redefine la noción tradicional de hogar, sino que plantea desafíos jurídicos sobre custodia, convivencia y protección legal de los animales. En Colombia, esta perspectiva ya influye en decisiones que buscan equilibrar los derechos humanos y el bienestar animal.
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Un nuevo lenguaje jurídico en América Latina
La conexión entre ambos fallos refleja una tendencia regional: los tribunales latinoamericanos están incorporando un lenguaje jurídico más empático y biocéntrico, donde la vida animal es reconocida como parte del entramado social y afectivo.
Expertos en derecho comparado destacan que estas resoluciones fortalecen el marco legal contra el maltrato animal y promueven una visión de justicia con sensibilidad ambiental y emocional. Para muchos, se trata de un paso hacia un nuevo paradigma de justicia interespecie, donde la ley reconoce vínculos antes considerados meramente sentimentales.
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