La empresa siderúrgica US Steel está en el centro de una discusión en los Estados Unidos, ante los bloqueos para ser vendida a Japón, bajo argumentos de seguridad nacional y el pleito que mantiene la Unión Americana con China.
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El columnista Alex Lo, del South China Morning Post, señala que en la actualidad cualquier decisión empresarial importante, ya sea extranjera o nacional, no se puede tomar sin considerar seriamente todos los factores políticos de Washington.
Destacó que US Steel y su pretendiente japonés Nippon Steel están demandando contra la decisión del presidente saliente Joe Biden de bloquear la venta, mientras que Donald Trump ha dicho que también se opone a tal venta, ambos personajes consideran el suministro interno de acero una cuestión de seguridad nacional.
El director ejecutivo de US Steel replicó que, en realidad, es una cuestión de seguridad nacional grave que la venta siga adelante, ya que China se opone a que se realice la operación, incluso, escribió un artículo de opinión en The New York Times para hacer la afirmación cuando su empresa, que alguna vez fue un símbolo del poder industrial estadounidense, ni siquiera aparece en la lista de las 20 principales empresas siderúrgicas del mundo.
La globalización, en retirada
Por otra parte, Anthony Rowley, en su columna publicada en South China Morning Post, consideró que el bloqueo de Biden al acuerdo siderúrgico estadounidense es la última señal de que la globalización está en retirada.
A pesar de los mayores niveles de compromiso internacional, los gobiernos no están dispuestos a hacer concesiones en materia de soberanía, incluso en beneficio del mundo entero, remarcó.
Nippon Steel está iniciando acciones legales contra el gobierno de Estados Unidos por el bloqueo del acuerdo por parte de la administración saliente de Biden. Tanto Nippon Steel como US Steel han expresado dudas de que la fusión propuesta amenace la seguridad nacional de Estados Unidos, criticando lo que llaman "interferencia política".
Mientras tanto, la orden de Biden está generando preocupación dentro del gobierno y la comunidad empresarial japonesa de que la acción desalentará la inversión corporativa japonesa en Estados Unidos y debilitará las relaciones bilaterales entre los dos países.
El plan de compra de 14,100 millones de dólares se está convirtiendo rápidamente en un tema diplomático, y eso sin mencionar el deseo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de adquirir Groenlandia de Dinamarca y ejercer control sobre el Canal de Panamá. Trump también se opone al intento de Nippon Steel de adquirir US Steel.