ELECCIONES FRANCIA

Miedo y negociaciones entre partidos frenaron a la ultraderecha en Francia: internacionalista

Después de la victoria de la ultraderecha francesa, en la primera vuelta electoral, más de 200 candidatos renunciaron a sus aspiraciones para favorecer a otro partido moderado o de izquierda, con tal de que el partido de Marine Le Pen no dominara la Asamblea en Francia.

La líder de Agrupación Nacional Marine Le Pen a su llegada a la sede del partido de extrema derecha, un día después de su derrota en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, en París, Francia, este lunes
La líder de Agrupación Nacional Marine Le Pen a su llegada a la sede del partido de extrema derecha, un día después de su derrota en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, en París, Francia, este lunesCréditos: EFE
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El 30 de junio pasado, la ultraderecha de Marine Le Pen y Jordan Bardella sorprendió a Francia, y al mundo, al ganar la primera vuelta de las elecciones legislativas. 

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Una semana después, la ultraderecha volvió a desconcertar a propios y extraños, pero ahora por su estrepitosa caída al tercer lugar de las preferencias, desplazados por el Nuevo Frente Popular (NFP) y por la alianza centrista Ensemble del presidente francés Emmanuel Macron.

Esta caída responde a las negociaciones que hicieron los partidos de centro e izquierda, que al ver el avance de la Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés), dejaron a un lado sus diferencias y decidieron unirse con un solo propósito: no dejar que ganara la ultraderecha, aunque esto haya dejado a Francia en una zona de turbulencia política, explica el internacionalista Fausto Pretelin Muñoz de Cote.

“Es una victoria ex profeso, con el único objetivo de que no ganara la ultraderecha, y lo consiguieron, pero en realidad, para efectos prácticos, nadie ganó; es decir, nadie tiene la mayoría absoluta en la Asamblea Francesa. Eso va a obligar a que se abran negociaciones, pero todo es incierto”, señala el especialista, en entrevista con La Silla Rota.

“Lo que vimos ayer, respecto a la primera vuelta de las elecciones de la Asamblea habla de la enorme incertidumbre, de la enorme inestabilidad que hay en Francia”, añade.

Y es que, a pesar de la victoria, el NFP se quedó lejos de conseguir la mayoría en la Asamblea Francesa al ganar sólo 182 escaños de los 289 necesarios para hacer gobierno. La coalición de centro de Macron se posicionó en segundo lugar con 168; mientras que la RN de Le Pen y sus aliados fueron relegados al tercer lugar con 143 escaños.

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Ante esto, Francia se enfrenta a un punto muerto político, que podría extenderse durante meses, donde el gran perdedor es Emmanuel Macron, quien ahora tendrá que lidiar con un primer ministro que no será de su partido político, a menos que su partido pueda negociar y obtener los 289 escaños que necesitan para tener mayoría, algo que no se ve nada sencillo.

“Viene un problema para el presidente Macron, en el sentido de que, al no haber gobernabilidad, pues no se ve con claridad quién va a ser el primer ministro, sabemos quién es la primera mayoría (el NFP), pero hay que recordar que en este frente hay varios partidos de izquierda, donde hay una batalla de egos”, recuerda el experto.

Las coaliciones de partidos de centro e izquierda para evitar que la ultraderecha avance no es nueva. Desde 2002, siempre ha existido un “apoyo” entre partidos moderados para vencer a los candidatos de derecha que llegan con oportunidades de ganar a una segunda vuelta.

“Si llegaban a la segunda vuelta tres candidatos, uno de ultraderecha, uno de izquierda y otro del partido de Macron, pues se ponían de acuerdo para que uno de ellos se bajara de la contienda y apoyar o pedir el voto, ya sea al Partido Socialista Francés o al partido de Macron, con tal de que no llegara a ganar la ultraderecha, y eso fue lo que ocurrió”.

En esta ocasión, 200 candidatos de centro o de izquierda se retiraron de la segunda vuelta para evitar la división del voto, lo que permitió al NFP y a la coalición de Macaron hacerse del primero y segundo lugar en el Parlamento.

“Yo creo que el miedo genera mucho incentivo para que la gente salga a votar en contra, en este caso a la ultraderecha”, afirma Fausto Pretelin.

 

Derrota agridulce: Extrema derecha en Francia sigue creciendo

A pesar de la sorpresiva derrota del fin de semana, el partido de extrema derecha Rassemblement National es más fuerte que nunca, al conseguir 125 de 577 escaños del Parlamento francés, cuando en 2017 solo tenían 8 legisladores en la Asamblea.

Un crecimiento exponencial en solo 7 años, bajo un discurso antiinmigrante, antisemita e, incluso, racista.

“Esto retrata que hay un constante crecimiento de la ultraderecha, pese a que le hayan cerrado el camino el día de ayer”, señala Fausto Pretelin.

¿Quién será el primer ministro?

La gran duda tras las elecciones es quién será el primer ministro francés, que todo parece indicar saldrá de la coalición de izquierdas que conformó al NFP.

Quien levantó la mano de inmediato es Jean-Luc Mélenchon, amigo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, pero quien mucho ven con temor por sus posturas radicales e, incluso, antisemitas.

"El presidente debe llamar al Nuevo Frente Popular a gobernar", dijo Mélenchon tras darse a conocer los resultados electorales.

“Históricamente siempre la izquierda se ha dividido mucho. Esa ha sido una constante en Francia y en otras partes del mundo, comenzando por México, pero digamos que los incentivos ahora que tiene la izquierda es que lograr tener a un primer ministro”, remata Pretelin.