La cápsula de la muerte "Sarco", desarrollada por Exit International, fue presentada durante una conferencia de prensa en Resilient Studios el pasado 17 de julio. El dispositivo, diseñado para permitir el suicidio asistido, promete la muerte en cuestión de segundos tras presionar un botón que libera nitrógeno, reduciendo rápidamente los niveles de oxígeno, según informó la compañía desarrolladora.
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La cápsula de suicidio asistido "Sarco" podría ser utilizada por primera vez a finales de este año en Suiza, según anunció la organización promotora The Last Resort. El suicidio asistido es legal en Suiza bajo condiciones específicas, pero este nuevo invento ha generado una gran polémica en el país europeo.
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El dispositivo, cuyo nombre "Sarco" proviene de la palabra sarcófago, está diseñado para que las personas puedan acabar con su vida pulsando un botón que libera nitrógeno dentro de la cápsula. La persona que desea morir debe pasar primero una evaluación psiquiátrica. Una vez que la petición es aprobada, el individuo entra en la cápsula, cierra la tapa y, tras responder a una serie de preguntas, pulsa el botón que provocará su muerte.
Por su parte, el director de The Last Resort, Florian Willet, señaló que la cápsula de la muerte ofrecerá "un espacio seguro donde morir pacíficamente" y añadió que esperaba utilizarla él mismo al final de su vida. "No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno", declaró.
Reacciones y debate
La presentación de "Sarco" ha suscitado una intensa discusión en Suiza. Defensores del dispositivo argumentan que proporciona una opción digna y controlada para las personas que desean poner fin a su vida. Sin embargo, críticos sostienen que la facilidad de acceso y la rapidez del proceso pueden trivializar una decisión tan grave y permanente.
La cápsula "Sarco" representa un avance tecnológico en el campo del suicidio asistido, pero también plantea importantes cuestiones éticas y legales. A medida que se acerca su posible primer uso, el debate en torno a este dispositivo continúa intensificándose en Suiza y más allá.
Con información de Efe y AFP