El aire cargado de polvo y el olor acre a pólvora llenan la atmósfera de la zona humanitaria de Mawasi, al sur de la Franja de Gaza. Las sombras de la devastación se extendían sobre las tiendas de campaña y los pocos edificios que aún quedan en pie, mientras las cifras del horror crecen con cada informe que llega del Ministerio de Sanidad, controlado por Hamás. El número de muertos se ha elevado a 90, una tragedia que ha cobrado la vida de innumerables inocentes en un ataque israelí dirigido a eliminar a Mohamed Deif, el jefe militar del grupo islamista.
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La mitad de los fallecidos son niños y mujeres, de acuerdo con los reportes. Entre los escombros, los heridos ascienden a 300, muchos de ellos aferrándose a la vida con heridas graves. La escena en Mawasi, una zona designada como humanitaria al comienzo de la operación israelí en Rafah, se ha convertido en un paisaje de dolor y desesperación.
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El ataque se registró al oeste de Jan Yunis, en un área supuestamente segura, donde miles de desplazados buscaban refugio. Sin embargo, las fuerzas israelíes afirmaron que el objetivo era un complejo de Hamás, situado en una zona abierta y rodeado de árboles y edificios, lejos de las tiendas de campaña de Mawasi.
El Ejército de Israel ha señalado que en el complejo se congregaban numerosos milicianos, incluyendo a Rafaa Salameh, el comandante de la brigada de Jan Yunis. Pero las víctimas fueron principalmente civiles, atrapados en el fuego cruzado de un conflicto sin fin.
La confusión y el miedo se entrelazan en la mente de los sobrevivientes, mientras el sonido de sirenas y el ajetreo de las ambulancias añaden un matiz de urgencia a la ya sombría situación. La tragedia de Mawasi se sumaba a la larga lista de cicatrices que marcaban la historia de la región, un dolor compartido por aquellos que buscan la paz en medio del estruendo de la guerra.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este 13 de julio que "aún no hay certeza" sobre la muerte del jefe militar de Hamás, Mohamed Deif, y su 'numero dos', en un ataque cometido en Mawasi, zona humanitaria en el sur del enclave. "Aún no tenemos absoluta certeza sobre la muerte de Deif y su mano derecha, Rafaa Salameh", afirmó en rueda de prensa Netanyahu, que autorizó la operación tras recibir inteligencia de que no había rehenes isrelíes en la zona.
Con información de Efe