San Antonio de Padua como es conocido popularmente, es el santo al que los solteros le rezan para encontrar pareja. Su historia y su conexión con este aspecto particular de su devoción tienen raíces profundas en su vida y los milagros que se le atribuyen.
Con el nombre de Fernando de Bulhões nace en Lisboa Portugal, en el año 1195. Provenía de una familia noble y rica. Desde joven mostró una gran inclinación hacia la vida religiosa. En esta jornada se conmemora a este religioso en la fecha de su fallecimiento el 13 de junio. En esta fecha, es común que los devotos realicen diversas actividades, como misas, procesiones y ofrendas, pidiendo su intercesión en diversos aspectos de la vida, especialmente en asuntos del corazón. Es una figura canonizada por la Iglesia Católica cuya vida transcurrió mayormente en el siglo XIII. Se lo recuerda por los milagros que realizó y por su capacidad oratoria. También se lo conoce como el santo de los matrimonios.
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Inició su vida religiosa a los 15 años, ingresó en la Orden de los Canónigos Regulares de San Agustín, pero más tarde se sintió atraído por la sencillez y devoción de los frailes franciscanos. En 1220, se unió a la Orden Franciscana, tomando el nombre de Antonio.
Durante este período estudió las ciencias humanas, bíblicas y teológicas, un privilegio que en aquella época feudal estaba reservada únicamente a los religiosos. Esta posibilidad le dio el conocimiento y la cultura por la que más tarde se volvería famoso. Por este motivo se lo llamaba “Arca del Testamento”, por lo versado que era en las Sagradas Escrituras y su capacidad para recitarlas de memoria.
Al igual que otros franciscanos, decidió emprender viajes fuera de Europa para predicar la palabra de Cristo, y desembarcó en Marruecos dispuesto a ser un mártir. Sin embargo, una grave enfermedad lo afectó y lo obligó a tomar reposo. Por ello, imposibilitado a lograr su cometido, decidió volver a Portugal, pero el barco que lo condujo por el Mediterráneo debió anclarse de emergencia en Sicilia, Italia. Ante ese cambio de planes, viajó a Asís para conocer a San Francisco, creador de la orden en la que predicaba, y finalmente el encuentro entre ambos dos de las figuras más populares de la Iglesia Católica se produjo en 1221, en Pentecostés.
La simpleza con la que transmitía la palabra de Cristo lo llevó a abandonar Montepaolo y emprender los caminos del norte de Italia y Francia, llevando su mensaje religioso a diferentes pueblos y ciudades. A fines de 1223, se lo convocó a enseñar Teología en la Universidad de Bolonia, hoy la más antigua de Europa.
¿Cuáles fueron los milagros de San Antonio de Padua?
Uno de los milagros más famosos de San Antonio de Padua fue cuando reinsertó el pie que un hombre se había amputado por arrepentimiento tras haber pateado con él a su madre. Entre sus muchos milagros se destaca lo ocurrido en el funeral de un hombre avaro en la Toscana. Sentado entre los presentes, la inspiración lo llevó a gritar que aquel hombre no debía ser enterrado de manera litúrgica, puesto que no tenía corazón. Su proclama generó un debate entre los presentes, que mandaron a llamar a los médicos para comprobar o refutar sus dichos. Al abrir el cadáver, encontraron la caja torácica hueca, y el corazón apareció luego en la caja fuerte donde el hombre guardaba su dinero.
En otra ocasión, un hombre llamado Leonardo tuvo un ataque de ira que lo llevó a patear a su madre. Arrepentido, le confesó a San Antonio su pecado, a lo que el franciscano respondió: “El pie que golpea a la madre o al padre merecería ser amputado al instante”. Entonces, Leonardo regresó a su casa y, preso del remordimiento, se amputó el pie. Cuando San Antonio se enteró, acudió a la casa del hombre y, después de una oración, volvió a unir la pierna al pie amputado e hizo el signo de la cruz.
Otro de los más famosos es el milagro del pan. Se dice que una mujer rezó a San Antonio para que le devolviera a su esposo que había desaparecido, y como agradecimiento, distribuyó pan a los pobres cuando su esposo regresó sano y salvo.
Su canonización fue una de las más rápidas de la historia: el papa Gregorio IX lo hizo menos de un año después de su muerte, en Pentecostés, el 30 de mayo de 1232.
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San Antonio y los solteros
Muchos de los milagros de San Antonio están relacionados con la recuperación de cosas perdidas y la reconciliación de parejas. Este aspecto de su intercesión se extendió naturalmente a la idea de que podría ayudar a encontrar una pareja adecuada. A lo largo de los siglos, la devoción popular ha atribuido a San Antonio la capacidad de ayudar a quienes buscan pareja. Esto se ha convertido en una tradición en muchos países, especialmente en América Latina y partes de Europa.
Existen varias oraciones y rituales específicos dirigidos a San Antonio para pedir su intercesión en asuntos amorosos. Algunos incluso realizan pequeñas ceremonias, como poner una imagen de San Antonio de cabeza hasta que se les conceda la pareja deseada.
San Antonio de Padua es una figura muy querida y venerada en la tradición católica, no solo por su vida ejemplar y sus enseñanzas, su papel como intercesor para los solteros es una hermosa expresión de la fe popular que ha perdurado a lo largo de los siglos.