La organización global presentó su informe anual sobre "La situación de los derechos humanos en el mundo", destapando una regresión alarmante, derivada de los conflictos geopolíticos, tecnológicos y de Estado que viven muchos países actualmente; entre ellos, el hostigamiento, la estigmatización, los homicidios y la criminalización de activistas de derechos humanos, medioambientales y periodistas de América Latina.
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Entre la “represión” de los derechos humanos, la “desigualdad global creciente” y un “agravamiento de la crisis climática”, entre otros problemas, Amnistía Internacional denuncia una "rápida evolución de la Inteligencia Artificial" que pone en riesgo la correcta aplicación de las garantías individuales y que, considera, deben regularse para evitar que se sigan exacerbando las violaciones mediante discriminación, desinformación y represión.
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Y es que, según el estudio sobre derechos humanos en el mundo, las guerras de Israel y Hamás y de Rusia y Ucrania, así como la crisis climática y los conflictos internos por inseguridad y vulnerabilidad de grupos prioritarios, ha hecho que se dividan las advertencias en dos partes; primero, en el impacto de los ataques bélicos a países europeos como España y, segundo, el peligro que representa la "convulsión" en naciones como Ecuador, El Salvador o Brasil.
“El flagrante desprecio de Israel por el derecho internacional se ve agravado por la falta de acción de sus aliados para detener la indescriptible masacre de civiles impuesta sobre Gaza. Muchos de esos aliados fueron precisamente los artífices del ordenamiento jurídico creado después de la Segunda Guerra Mundial”, denuncia la organización.
La crítica a la situación actual en Oriente Medio destaca, entre sus principales preocupaciones, la falta de rendición de cuentas y abusos policiales contras manifestaciones, por ejemplo, en España, donde se recrimina el uso del programa Pegasus para espiar a periodistas y políticos, y la existencia de la ley franquista de Secretos Oficiales de 1968, “que obstaculizan la investigación y el acceso a la justicia”.
Según Amnistía, en España no se abren investigaciones verdaderamente independientes para castigar las violaciones a derechos humanos, sobre todo aquellas que espían a políticos y miembros de la sociedad catalana
"Además, existen leyes que obstaculizan el acceso a información y justicia para los derechos humanos. Esas leyes clasifican como secreto una serie de informaciones de interés público, como la venta de armas españolas a Arabia Saudí o Israel. Esta opacidad puede estar utilizándose para cometer violaciones de derechos humanos”, señala el documento.
¿Cuál es la situación de América Latina?
De acuerdo con el reporte de Amnistía Internacional, América sigue siendo la región con mayor preocupación por la seguridad de los activistas y comunicólogos, pues en 2023 la amenaza creció en la región, sobre todo en países con conflictos internos como Ecuador o El Salvador, donde, tanto gobiernos como actores no vinculados a los Estados, usan prácticas como hostigamiento, estigmatización, homicidios y criminalización para impedir a los activistas y periodistas ejercer sus labores.
Honduras fue uno de los países centroamericanos en los que también se centró la atención al presentar la proporción más alta de defensores de derechos humanos asesinados, respecto al tamaño de la población.
"El espacio cívico siguió reduciéndose en toda la región de las Américas, lo que pone en peligro los avances en materia de derechos humanos logrados en los decenios anteriores", expone.
México, mientras tanto, reportó en promedio nueve mujeres asesinadas por día, pero creció las alertas internacionales al dejar muchos de los casos en la impunidad; países como Argentina y Colombia destacaron por mermar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres pese a ya contar con avances previos en la despenalización o legalización del aborto.