Luego de su llegada el 2 de abril, este jueves se resolvió la situación de los 69 migrantes bolivianos que permanecían en el Puerto de Barcelona tras llegar a España con documentación irregular para ingresar en territorio Schengen.
De acuerdo con información de medios internacionales, 65 de ellos han sido escoltados por la Policía Nacional y trasladados en tres autobuses hasta el aeropuerto de Barcelona, donde han abordado un avión con destino a Bolivia.
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Los cuatro restantes, todos pertenecientes a una misma familia, han sido autorizados a quedarse en España “por arraigo excepcional”, dado que el padre de estos tiene nacionalidad española y reside en Gerona, a unos 100 kilómetros de distancia de Barcelona. Se trata de tres hermanos, dos menores de edad y una mujer mayor de edad que venía acompañada de su hija.
Esta información fue confirmada por el representante del Gobierno español en la región de Cataluña, Carlos Prieto, quien se reunió con la embajadora de Bolivia, Nardi Suxo, para tratar la situación de los ciudadanos sudamericanos.
"Los 69 conciudadanos han coincidido en que han sido muy bien tratados. Lo han dicho todos y yo se lo quiero poner en valor", informó el Gobierno español en un comunicado.
Asimismo, Suxo aseguró que estas personas viajaban engañadas por mafias, creían que su visado era válido para entrar en España y consideró lo sucedido como "un hecho aislado".
"Los bolivianos y bolivianas son muy respetuosos con la normativa del país en el que están", aseguró la embajadora, mientras que Prieto señaló que el Gobierno de España es muy consciente de ello y que los lazos que unen a los dos países también se refuerzan cuando hay que ocuparse de estas situaciones.
Una semana varados en el puerto
Cabe recordar que los 69 pasajeros estuvieron varados en el puerto de Barcelona desde el pasado martes 2 de abril y las primeras 48 horas las pasaron a bordo del MSC Armonía, crucero que inició su viaje en Brasil con 1,500 pasajeros a bordo y que atracó esa misma jornada en el puerto catalán.
Una vez que las autoridades advirtieron que los visados que portaban no eran válidos para entrar en territorio Schengen, el crucero se vio obligado a permanecer en Barcelona a la espera de decidir qué hacer con ellos, ya que no podían desembarcar en ningún otro puerto previsto en la ruta del navío.
Tras horas de negociación entre las autoridades españolas y la operadora del navío, MSC Cruceros, se permitió el desembarco de estos 69 pasajeros bolivianos a una zona de tránsito del puerto para que así el crucero pudiera continuar su ruta.
Desde entonces, estuvieron a bordo de un segundo navío que MSC Cruceros envió desde Livorno, en Italia, para poder hospedarse a la espera de que se resolvieran los trámites de extranjería necesarios para aclarar su futuro.