El papa Francisco presidió este sábado de gloria la misa de la Vigilia Pascual en la basílica de San Pedro, después de no asistir al viacrucis del Coliseo para cuidar su salud, y en la homilía pidió "que se aleje la desesperación" para "los pueblos destruidos por el mal y golpeados por la injusticia".
En esta larga celebración de más de dos horas, en la que se conmemora la espera de la resurrección de Jesús, el papa participó en todos los ritos y leyó con buena voz, después de que este viernes decidió a última hora no acudir al Coliseo para el viacrucis. En la homilía hizo referencia "a que a veces sentimos que una lápida ha sido colocada pesadamente en la entrada de nuestro corazón, sofocando la vida, apagando la confianza, encerrándonos en el sepulcro de los miedos y de las amarguras".
A través de un comunicado, el Vaticano informó que para conservar la salud ante la vigilia del sábado de gloria y la Santa Misa del Domingo de Resurrección, este viernes el Papa Francisco siguió el viacrucis del Coliseo desde la Casa Santa Marta. Esto, lo dio a conocer cuando la ceremonia estaba a punto de empezar con miles de fieles congregados en torno al monumento.
Te podría interesar
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
“Para conservar su salud, ante la perspectiva de la vigilia mañana y la misa del domingo de Pascua, el papa Francisco seguirá el vía crucis en el Coliseo esta noche desde la Casa Santa Marta”, señaló la oficina de prensa del Vaticano en Telegram.
El estado de salud del Papa Francisco
El Papa Francisco, quien de joven sufrió la extracción de parte de un pulmón, ha estado lidiando contra lo que él y el Vaticano han descrito como un caso de gripe, bronquitis o resfriado durante todo el invierno. En las últimas semanas, le había pedido ocasionalmente a un asistente que lea en voz alta sus discursos, y se saltó la homilía del Domingo de Ramos.
La decisión de no acudir a la procesión del Viernes Santo pareció haber sido tomada en el último momento, ya que la silla del Papa Francisco estaba sobre la plataforma donde iba a presidir el rito. Su asesor más cercano, monseñor Leonardo Sapienza, estaba allí y movió la pantalla de televisión alrededor de la plataforma de forma que el Papa pudiera ver mejor lo que estaba sucediendo dentro del Coliseo.
Sin embargo, cinco minutos antes del inicio oficial de la procesión, la oficina de prensa del Vaticano anunció en Telegram que el papa no se presentaría, por lo que la silla fue retirada rápidamente.
Papa Francisco renuncia a leer en público sus discursos
Cabe señalar que este iba a ser el viacrucis más personal de Bergoglio, ya que había escrito de su puño y letra por primera vez las "meditaciones", los textos que se leen a lo largo de las catorce estaciones que rememoran el camino a la Cruz de Jesús de Nazaret.
En sus meditaciones, el Papa Francisco dialoga con Jesucristo en un mundo en el que, lamenta, reina "la locura de la guerra", "la violencia contra las mujeres" y en el que "basta un teclado para escribir sentencias", entre otros males y reivindicaciones. Así, sostiene que la "infamia y el desprecio" que sufrió Jesús es algo que sucede hoy en día, en el mundo moderno, cuando “un teclado basta para insultar y publicar sentencias".
En la octava estación cuando 'Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén', el Papa pide "reconocer la grandeza de las mujeres, las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia".
Asimismo, el Papa también reflexiona sobre "si lloramos ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres que los ven desnutridos y hambrientos sin tener siquiera más lágrimas que derramar".
Hasta este imprevisto, Francisco había participado con normalidad en el resto de ritos de la Semana Santa romana e incluso el pasado miércoles entró caminando a la audiencia general con los fieles, a pesar de que suele hacerlo en la silla de ruedas que usa debido a sus conocidos problemas de movilidad.
Asimismo, aunque en las últimas semanas ha renunciado a leer en público sus discursos y homilías, ya que se cansa por las secuelas de una reciente gripe, según ha explicado, durante esta Semana Santa los ha leído sin mayor problema.
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
En la misa crismal de Jueves Santo, que abre el Triduo Pascual, Francisco leyó una larga homilía, mientras que en la misa de la Última Cena, en una cárcel femenina de Roma, no leyó su homilía sino que improvisó un breve discurso, antes de lavar los pies a doce reclusas desde su silla de ruedas.