Argentina está pasando por un periodo de intensas tensiones sociales y paros organizados por distintos gremios y organizaciones en contra de las reformas económicas de Javier Milei. Todos demandan aumentos salariales y una mayor intervención del Estado en medio de la profunda crisis económica y política que afecta al país.
Este jueves 22 de febrero se convocó a una protesta por parte de trabajadores del sector salud; sin embargo, se esperan levantamientos sindicales y estatales en diferentes sectores, pasando por el ferroviario hasta el educativo.
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Con la amenaza de un paro de 24 horas, el gremio de sanidad de Argentina avanza este jueves por las calles de Buenos Aires en demanda de la recomposición salarial, pues acusan una falta de negociaciones con las cámaras empresariales para que trabajadores de hospitales, clínicas, laboratorios y otros colectivos logren una retribución justa.
Las protestas que "cercan" a Milei
Uno de los primeros grupos en levantarse con pancartas, consignas y marchas fue el sector ferroviario, liderado por el sindicato La Fraternidad, quienes realizaron una protesta pacífica este miércoles en el Área Metropolitana de Buenos Aires y convocaron a un paro nacional para el 26 de febrero, en rechazo al aumento salarial del 12 por ciento propuesto por el Gobierno, considerado insuficiente frente a la inflación y la creciente crisis económica. A este paro se suman empleados del Frente de Gremios Estatales.
Paralelamente, organizaciones sociales prometen realizar alrededor de 500 cortes en rutas de todo el país, enfocándose en la demanda de alimentos para comedores comunitarios.
Mientras tanto, aunque el sector educativo no se sumó a la protesta de hoy tras anunciar que se negocian salarios con el Gobierno federal, se declaran en "estado de alerta" en caso de no cumplirse o concretarse un acuerdo.
El Secretario Gremial y de Organización ATSA Buenos Aires, Javier Pokoik, aseguró que no recibieron "ofertas de las cámaras" y que hasta el momento sólo les propusieron "montos fijos por única vez y muy por debajo de las expectativas respecto a la inflación consumada el año pasado".
Además, explicó que el gremio calcula que se necesitaría al menos un 31% de aumento para compensar y por encima del 40% para emparejar con la inflación de enero y febrero, por lo que “hay una distancia muy grande” y la negociación “está demasiado trabada”.
Por último, a poco tiempo de que de inicio del ciclo lectivo en gran parte del país, se pronostica una movilización más por parte del sector docente, impulsado por el cese de pago del Fondo de Incentivo Docente (Fonid), la merma en los salarios del sector y la amenaza de declarar la educación como "servicio esencial".
Y es que el presidente Javier Milei desestimó la paritaria nacional docente, lo que llevó al Gobierno a convocar a los sindicatos de maestros y ministros de Educación para iniciar diálogos sobre el salario mínimo para el martes; la medida genera tensión y pone en entredicho la participación de directivos, maestros y administrativos en el paro nacional.