Desde que el 7 de octubre de 2023, cuando comenzó el conflicto armado entre Israel y Hamas, la crisis humanitaria en la Franja de Gaza alcanzó nuevos niveles de alerta. El Estado israelí controla el suministro de agua, luz y gas, por lo que ha aislado casi completamente al pueblo palestino.
Bisan Owda, gazatí de 25 años, documenta con su teléfono los incesantes bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza. Así, Bisan, una de las periodistas palestinas con mayor audiencia en Instagram, comparte su día a día en el frente de batalla. Siempre inicia sus videos con la frase “Soy Bisan, de Gaza, y sigo viva”.
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Desde cubrir las condiciones de los campos de refugiados, el bombardeo en el hospital Al-Shifa, y hasta la evacuación del norte al sur de Gaza, Bisan ha mantenido día a día a su audiencia informada sobre lo que está sucediendo.
Es la cruda realidad de su vida desde hace aquel 7 de octubre, cuando vivía su sueño de ser una narradora de historias, mostrando la vida y la cultura palestinas. Ahora publica videos desde el interior de los hospitales y en las calles de Gaza para documentar las luchas de cada día.
Bisan y su familia forman parte de los más de un millón de gazatíes que se han visto obligados a abandonar sus hogares.
Mientras recorre la zona con su cámara, la joven cuenta que “Sonrío porque estoy viva. Esto es sorprendente para mí porque las últimas dos noches fueron realmente duras”.
La joven de 25 años vive desde hace tres meses refugiada en una tienda de campaña. Cuenta que lo primero que hace la gente al despertar es ir a los baños, y que ella, para evitar las largas filas que se forman, se levanta a las 4 de la madrugada.
“Sé que parezco energética y sonriente, pero no es la verdad. Solo tratamos de ser positivos porque sentimos la muerte cientos de veces. Así que apreciamos que estamos vivos hasta ahora”.
“La gente está cada vez más sedienta aquí en Gaza”. La situación de entrada y salida de ayuda humanitaria se ha vuelto difícil los últimos días. Reflejo de esto, Bisan aseguró que los 200 mililitros de agua que recibió a las 3 de la tarde se hicieron esperar desde las 8 de la mañana cuando obtuvo su última ración.
La otra cobertura de guerra
Zaina Arafat publicó un artículo de NY Mag titulado: “Atestiguando Gaza desde mi feed de Instagram. (…) Todas las mañanas reviso mi feed con la esperanza de ver algo de Bisan. Mi estómago se aprieta hasta que ella aparece.”
Al igual que Bisan, Plestia Alaqad es otra periodista palestina que ha estado utilizando su cuenta de Instagram para retratar el día a día en Gaza. Los posts de Plestia muestran su lado más personal, compartiendo entradas que escribe en su diario, o hablando con niñes y mujeres sobre cosas cotidianas como compartir comida.
“Estar al tanto de Plestia y Bisan, no solo me ha hecho conocerlas como personas, sino percibir de una nueva forma los conflictos armados. Este tipo de relaciones parasociales dan apertura a nuevas preguntas sobre el periodismo. Si bien se discute mucho sobre la legitimidad de los discursos, dependiendo del ángulo y del nivel de objetividad, soy de la idea que este nuevo fenómeno de relaciones parasociales ha traído una cosa sumamente importante a la mesa: conciencia social, colectiva y global”, publicó Dani Alcántara en su blog.