La difícil tarea de emprender una lucha contra el crimen organizado y pandillas que lideran actividades ilícitas como el narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas en todo el mundo, ha hecho que muchos gobiernos de América Latina volteen a ver a El Salvador y su "régimen de excepción" como una solución viable en políticas públicas de seguridad que, para muchos otros, rayan en el autoritarismo; sin embargo, el "Modelo Bukele" toma cada vez más fuerza en la opinión de políticos y ciudadanos de países como Paraguay, Argentina y Colombia, sobre todo ahora que se mira tan cerca un conflicto armado y violento como el que hoy día atraviesa Ecuador.
Y es que, según datos de Our World in Data, desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, el impacto de conflictos armados ha crecido lentamente, con repuntes de muertes, ataques y enfrentamientos en las décadas de 1960 y 1970, en la guerra de Vietnam, así como en 1970 y 1980 con múltiples cruzadas en Asia y Medio Oriente, por lo que no se había puesto el foco tan de cerca en la nueva era de conflicto y violencia" que, desde 2012, ha estallado en países expuestos a la sed de poder, territorio y sublevación.
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En ese contexto, la Dra. Aribel Contreras Suárez, analista de asuntos globales y Coordinadora de la Lic. Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana, considera que 2024 tiene el sello de "la tormenta perfecta para conflictos", pues inicia con, al menos, dos guerras activas y un conflicto armado en diferentes partes del mundo y con contextos políticos, económicos y culturales diferentes.
"Estamos con la guerra en Ucrania, con la guerra Hamás-Israel y entonces entra al escenario el crimen organizado, ese tipo de red, que opera en muchos países, no solo en la región de América Latina y el Caribe. Podemos ver más de cerca, más mediático, las otras mafias, los otros tipos de crímenes en diferentes regiones. Vemos cómo ven y esperan la tormenta perfecta para ahí inmiscuirse", explica la internacionalista.
De acuerdo con la experta en asuntos internacionales, Aribel Contreras, el mundo está tan acostumbrado a ver la guerra con levantamientos militares, bombas, armas de fuego y miles de pérdidas humanas, que ya se les olvidó cómo prever enfrentamientos por parte de otro tipo de guerrilleros; la ola de violencia que se vivió el pasado 9 de enero en Ecuador, fue un ejemplo de cómo las crisis de seguridad pública en países como Perú, Guatemala, Colombia y México tienen que trazar ejes robustecidos para evitar un levantamiento que afecte a civiles y llegue a puntos de inflexión y caos.
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ENTREVISTA / Ecuador: "una crisis anticipada"
La Silla Rota: ¿Cómo fue ascendiendo el sistema fallido de seguridad en Ecuador hasta llegar a un conflicto armado, validado y supervisado por estatutos internacionales como el Derecho Internacional Humanitario (DIH)?
- Aribel Contreras: Hay que resaltar con Ecuador que desde los últimos años ha estado ascendiendo la tasa de homicidios y de violencia, hay que ver cómo el músculo del crimen organizado se ha venido robusteciendo en diferentes países, donde se apodera de las instituciones del sector empresarial, pero también del Estado y donde, desde Lenín Moreno (expresidente de Ecuador), pero también con Guillermo Lasso (expresidente de Ecuador), el presupuesto para el tema de seguridad pública se vio adelgazado en un intento de apostarle a enderezar el barco en el tema económico, sobre todo por la pandemia de Covid-19.
Vemos cómo el crimen organizado ya son organizaciones transnacionales y cómo, específicamente en Ecuador, el año 2022 aumentó un 25 por ciento. Entonces, se está posicionado como uno de los países con una aceleración a una velocidad rapidísima; en paralelo, se cruza el tema de Guillermo Lasso, que es acusado por malversación de fondos en 2023 y es cuando toma la decisión de empezar a aprovechar lo que la Constitución les permite a los presidentes, que es disolver la Asamblea Nacional (...) cuando un Presidente de Ecuador toma esta maniobra, que sólo lo puede hacer una sola vez dentro de los tres primeros años de su Gobierno, significa que forzosamente tiene que convocar a elecciones. ¿Y por qué lo hizo Guillermo Lasso? Porque él prefería convocar elecciones antes de ser destituido, porque el Congreso ya tenía la propuesta de un juicio político en su contra.
El contexto político que da la analista a LSR es importante, ya que considera un "país en ruinas" y varios eslabones débiles en las instituciones al momento de Daniel Noboa tomar el cargo, algo que grupos del crimen organizado aprovecharon, incluso esto se vio marcado desde el proceso electoral, cuando asesinaron al aspirante ecuatoriano Fernando de Villavicencio y declararon, desde entonces, la guerra al Estado.
La Silla Rota: ¿La declaratoria del crimen organizado contra Noboa se podría considerar una amenaza a los demás países de Sudamérica y Centroamérica que decidan tomar el rumbo del "Modelo Bukele"?
- Aribel Contreras: Daniel Noboa llega al poder, pero recibe al país en cenizas, con un problema de inseguridad altísimo, con una economía que esta mermada y con un escenario político muy complicado por la gran polarización que Rafael Correa se ha encargado de generar y que sigue penetrado en la escena nacional de Ecuador, pero donde también Lenín Moreno se encargó de pulverizarlo y donde Guillermo Lasso le dio el tiro de gracia al país.
Entonces, un día dice: 'no voy a negociar con terroristas, vamos a combatirlos', pero todo sale de control. Aquí es cuando vemos que el "Modelo Bukele" se convierte en un modelo que ya deja de ser romántico y puede llegar a ser una directriz sumamente clara y dura para que otros gobiernos digan: 'tenemos que copiar a El Salvador', a Nayib Bukele y sus cárceles, porque si no nos estamos convirtiendo en narcoestados y van a rebasar la autoridad.
Este es un contexto interesante que se ha estudiado en muchos países ante la idea de combatir a grupos del crimen organizado mediante normas estrictas como las del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien impuso un "régimen de excepción" para pandillas peligrosas en su país, generando detenciones sin orden judicial, interviniendo telecomunicaciones, reformando leyes penales y, por supuesto, segmentando a los criminales en cárceles de máxima seguridad.
- Aribel Contreras: Perú puede ser uno de los países que se planteen este modelo, Bernardo Arévalo, en Guatemala, porque recibe mucho migrante de El Salvador, entonces a lo mejor pudiéramos llegar ahí a ver que va a existir un choque de visiones de Gobierno y la sociedad. Y al final de cuentas sabemos que los gobiernos de izquierda, los nuevos, se autodenominan progresistas y no están a favor de eso, pero yo creo que, inclusive, Argentina también podría llegar a considerar que sí es necesario establecer mayor mano dura ante el DNU, que es este decreto que firmó Javier Miley.
¿Cómo es que se va a comportar Colombia? Cómo es que las fronteras de Ecuador empiezan a tambalear otras regiones y donde otros gobiernos establecieron, no tal cual el "Modelo Bukele", pero sí algo mucho más matizado o disfrazado, pero tendrán que decidir si deciden seguir negociando y conversando y dialogando o de plano se van por la mano dura, que los gobiernos de izquierda optan por la primera.
Y en México, desde el Gobierno no creo que haya un cambio de paradigmas, pero me parece que desde la sociedad y los medios de comunicación sí tenemos que exigir. No podemos permitir que México se contamine de lo que está sucediendo en otros países, porque nosotros ya tenemos al crimen organizado con unos niveles de violencia históricos. ¿Qué vamos a elegir en junio de lo que queremos para nuestro país, más allá de filias y fobias partidistas? Aquí lo interesante es que en un año electoral, nosotros como ciudadanos decidamos si apostamos a seguir con una política de "abrazos, no balazos", y que al ratito estamos viviendo una situación como la que ayer vimos en Ecuador, o si optamos por otra opción, a lo mejor no copiar el "Modelo Bukele", pero sí definitivamente que el Gobierno tome el control, sin que se convierta esto en una guerra abierta contra el crimen organizado, que lo vivimos con Felipe Calderón y fue algo fallido.
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Por último, la analista global explica a La Silla Rota que una de las mayores preocupaciones que se vivieron este martes 9 de enero fue la sorpresa, ya que desde que se anunció la fuga de "El Fito", el narcotraficante más peligroso de Ecuador, y dieron inicio los motines y revueltas entre grupos criminales, se hubiera esperado acciones fuera del país, como el cierre de fronteras en Perú o una alerta por parte del sistema de inteligencia de Washington.
"Lo que vemos, lo que vimos ayer es el resultado de esta bola caliente que recibe Daniel Noboa. Ahora toma acciones que no pensarían, lo dijo ayer en un mensaje televisado, que él no iba a doblar las manos ante los grupos terroristas, porque él ya denomina estos grupos del crimen organizado, les da el estatus de organizaciones terroristas y ante esta categoría, sí acepta la ayuda que ofreció Estados Unidos, el siguiente paso es que EEUU pueda meterse a las cuentas bancarias, congelarlos, ver qué activos tienen en otros países y congelar los activos o disponer del dinero; si está de acuerdo el Presidente, se puede pedir el apoyo y respaldo de la Asamblea Nacional para que Estados Unidos tenga injerencia directa para combatir estas organizaciones terroristas".
Ante el Decreto Nacional 111 que se estableció con la declaratoria de "conflicto armado interno", Aribel Contreras considera que el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, podría en un futuro cercano lograr que la Corte Penal Internacional adjudique a estas organizaciones terroristas una tipificación del delito de "crimen de guerra" y, en caso de que las implicaciones pudieran salpicar a las Fuerzas Armadas, que hoy tienen permiso de actuar libremente para neutralizar la situación del país, apelar a la declaratoria que hizo la Fiscalía ecuatoriana para dar "inmunidad" a los militares y policías.