El primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, ha asegurado hoy que su país bloqueará la entrada de Ucrania en la OTAN para evitar una guerra mundial. "Bloquearemos y vetaremos la adhesión de Ucrania a la OTAN, porque no sería otra cosa que la base para una tercera guerra mundial", declaró a la emisora pública RTVS el jefe del Gobierno, que se ha opuesto a que su país siga mandando armas para que Ucrania se defienda de la agresión rusa.
Te podría interesar
Fico, que el miércoles se reunirá con su homólogo ucraniano, Denys Schmyha, en Úzhgorod, una ciudad de Ucrania en la frontera con Eslovaquia, indicó que en ese encuentro presentará un nuevo paquete de ayuda humanitaria. No es la primera vez que el jefe del gobierno de coalición entre populistas de izquierdas y ultranacionalistas se muestra contrario a una eventual entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica.
En sus declaraciones de hoy, insistió en que Eslovaquia dejará de suministrar armas de sus arsenales a Ucrania, pero sí permitirá la venta de ese material por parte de empresas eslovacas de defensa. También defendió que Ucrania entre en la Unión Europa si cumple, dijo, las mismas condiciones que los demás países.
TAMBIÉN LEE: Davos: Amenazas ambientales y desinformación electoral en el "top 10" de Riesgos globales 2024
Antes del cambio de gobierno del pasado octubre, Eslovaquia era uno de los más firmes defensores dentro de la Unión Europea de la entrega de ayuda militar a Ucrania. Fico, que ya estuvo al frente del Ejecutivo de Bratislava durante tres legislaturas (2006-2010, 2012-2016 y 2016-2018), gobierna con su partido Smer y otra formación que se define también como socialdemócrata, La Voz (Hlas), así como con el ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SNS).
Smer, así como Hlas (que defiende posiciones más cercanas a la Unión Europea y la OTAN que Smer), han sido suspendidos del Partido Socialista Europeo por aliarse con el ultraderechista SNS.
Preocupa a OTAN reconstrucción de fuerzas rusas
Este 18 de enero, la OTAN consideró “preocupante” el ritmo al que Rusia está reconstituyendo sus fuerzas, en particular a nivel de artillería y tanques, para mantener la presión en su guerra de agresión en Ucrania, donde en el campo de batalla ninguno de los dos bandos registra grandes avances.
“Es, por supuesto, preocupante, porque al final, a veces la cantidad se convierte en una cualidad en sí misma”, indicó, sobre cómo Moscú está reponiendo sus efectivos, el almirante Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, en una rueda de prensa al término de dos días de reunión de los jefes de la Defensa aliados.
En esta cita, hablaron de cómo poner en práctica los nuevos planes de defensa y disuasión de la Alianza y abordaron la situación en Ucrania. Bauer dijo que, “aunque los ataques más recientes de Rusia son devastadores, no son eficaces desde el punto de vista militar”.
Puso de relieve éxitos militares del lado ucraniano, como las 300.000 bajas rusas que calculan se han producido en esta guerra, la destrucción de miles de tanques y vehículos blindados y de cientos de aviones, el haber hecho retroceder a los rusos en el 50 % del territorio ocupado desde febrero de 2022, o la apertura de un corredor hacia el mar Negro y haber impactado en parte de la flota rusa.
Bauer descartó que Moscú logre reconstituir los equipos más modernos perdidos en el combate, principalmente por su alto coste y el impacto de las sanciones occidentales, pero alertó de que “lo están haciendo bastante bien en cuanto a la producción de artillería y de sus tanques más antiguos”, lo que consideró “preocupante” por estar fabricándose en gran cantidad.
El comandante supremo de la Alianza para Europa (SACEUR), el general estadounidense Christopher G. Cavoli, advirtió de que Rusia “no escatima esfuerzos en su reconstitución”.
“Van a dedicar una enorme fracción de su presupuesto al Ejército en los próximos años, el año que viene en concreto, y están haciendo funcionar su base industrial de defensa tan rápido como pueden ahora mismo. Son cosas importantes que hay que tener en cuenta”, comentó Cavoli.
Bauer dijo, por otra parte, en referencia a la preparación que deben tener los aliados ante cualquier amenaza, que “hay que poder recurrir a una base industrial capaz de producir armas y municiones con la rapidez suficiente como para poder continuar un conflicto si se está en él”. “No buscamos la guerra como OTAN, pero tenemos que estar preparados para ella, ese es nuestro trabajo”, agregó.