El 7 de octubre de 2023 estalló el conflicto armado entre Israel y Hamás, en una guerra que ha escalado a niveles insospechados luego de que el pasado 12 de enero el Reino Unido y Estados Unidos lanzaran ataques militares contra objetivos hutíes en Yemen. Eso, y la propia acción de Israel contra Palestina ha avivado lo que especialistas en política internacional denominan un nuevo eje contra Occidente, pero liderado por Irán; y que el conflicto en la Franja de Gaza está en un punto delicado para convertirse en un conflicto regional en Medio Oriente con consecuencias catastróficas para el comercio mundial.
El tema es de relevancia porque una escalada regional en el conflicto repercutirá en el comercio internacional de mercancías, como las que realizas al pedir artículos vía online. Hay que recordar que la pandemia del coronavirus (covid-19) paralizó cadenas de suministro internacionales y el tránsito de mercancías entre Asia y México, en 2021, se retrasó de 40 hasta 70 días y los precios subieron entre 20 y 30%, de ahí su importancia.
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En un artículo firmado por Narges Bajoghli, y Vali Nasr, profesores de la Universidad Johns Hopkins titulado Cómo la guerra en Gaza revivió el Eje de Resistencia para la revista especializada Foreign Affairs advierten que dicho ataque de Estados Unidos y Reino Unido fue una respuesta a los ataques a transportes marítimos comerciales en el Mar Rojo que han perturbado el comercio mundial. Pero hay que irnos un poco atrás. El 2 de enero fue asesinado un líder de Hezbolá, Saleh al-Arouri, por lo que el grupo terrorista prometió represalias y que la lucha contra Israel requería un “eje de resistencia”.
Ahí se prendió la mecha. Se sumaron ataques en Siria e Irak. En tanto, Irán atacó a un grupo apoyado por Israel
Para los especialistas en su artículo de Foreign Affairs, aunque tanto los países occidentales como los regionales afirman que no quieren que la guerra en la Franja de Gaza se convierta en una conflagración regional.
“Irán, Hezbolá, los hutíes y otros miembros del eje están jugando un juego muy diferente. Están consolidando paciente y metódicamente una alianza de fuerzas en un campo de batalla regional”.
“Comenzó con Irán y Hezbollah, pero está evolucionando rápidamente hacia algo más grande que sus partes. Sus otros miembros incluyen a los hutíes en Yemen, Hamás y la Jihad Islámica Palestina , y las milicias chiítas en Irak y Siria. La formación de este eje presenta un desafío directo al orden regional que Occidente ha creado y defendido. También representa una amenaza para el comercio mundial y el suministro de energía”, advierten Narges Bajoghli, y Vali Nasr.
Estados Unidos ve a Teherán como el cerebro detrás de este eje, un eje unido por un odio compartido hacia Estados Unidos e Israel. Los grupos dispares están unificados ya sean libaneses, palestinos o yemeníes, enfrentan los mismos problemas y al mismo enemigo.
“El eje se ve a sí mismo como una alianza construida en torno a objetivos estratégicos comunes y creen que todos están librando la misma guerra contra Israel e, indirectamente, contra Estados Unidos”, sentenciaron en Foreign Affairs.