Ta’Kiya Young, una mujer negra embarazada, de 21 años de edad, fue asesinada por un policía de Blendon Township, Ohio, en Estados Unidos, luego de negarse a detener su auto ante un supuesto señalamiento contra la mujer de haber robado botellas de licor en una tienda, informó El País.
En un video que ha sido divulgado por las autoridades estatales, tomado de las cámaras corporales de los oficiales involucrados en la muerte de la mujer y su bebé no nacido, se observan los últimos momentos antes de que el oficial detonara su arma.
El hecho ocurrió el pasado 24 de agosto en el estacionamiento de una tienda de alimentos. En las imágenes se observa a varios agentes de policía acercarse al vehículo de la conductora, mientras otro se colocaba al frente. Tras una breve discusión, Young avanzó con su vehículo y uno de los policías disparó a través del parabrisas. El auto continuó avanzando varios metros hasta estrellarse contra el muro de la tienda.
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A pesar de recibir atención médica de emergencia por parte de un testigo que era médico, la conductora no logró sobrevivir. El incidente ocurrió después de que varias personas, según empleados de la tienda, sustrajeron ilegalmente objetos del comercio, aunque huyeron en otros vehículos.
Contexto
Datos preliminares de 2022 indican que hubo 1,183 muertes violentas a manos de los cuerpos policiales en Estados Unidos, marcando un nuevo récord desde que se llevan registros. Solo en un 31% de los casos, los homicidios ocurrieron durante o después de una situación violenta, mientras que en otro tercio de los casos, el homicidio tuvo lugar tras una persecución por parte de la víctima, de acuerdo con el observatorio Mapping Police Violence y el portal creative commons Truthout.
En un 10% de los casos, se ha demostrado que la víctima no estaba armada. Los casos de homicidios relacionados con personas con problemas mentales, disputas de tráfico y conflictos no violentos superan a los casos de violencia durante la comisión de un delito. Estos datos reflejan una preocupante tendencia de violencia policial en Estados Unidos.
Un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos expresó una profunda preocupación por las muertes de Keenan Anderson y Tyre Nichols, ambas como resultado de la violencia policial en Estados Unidos. Los expertos indicaron que la fuerza utilizada en ambos casos habría violado las normas internacionales que protegen el derecho a la vida y prohíben la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
También señalaron que estas acciones transgreden las normas establecidas en el Código de Conducta y los Principios Básicos sobre el Uso de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. Estos casos resaltan la importancia de garantizar que la aplicación de la ley se realice de manera justa y en línea con los estándares internacionales de derechos humanos.