Los líderes de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, Joe Biden, Fumio Kishida y Yoon Suk-yeol, acordaron ampliar su cooperación, así como sus acuerdos de seguridad, entre los que destaca la creación de un “teléfono rojo” para agilizar las comunicaciones en caso de crisis con Corea del Norte o China.
La decisión se tomó hace unos días en una cumbre realizada hace unos días en Camp David en la residencia presidencial estadounidense, donde Biden recibió a sus homólogos japonés y surcoreano, en la primera cumbre que celebran estos mandatarios.
"Nos reunimos en un lugar histórico para cerrar un momento histórico", dijo Biden en la rueda de prensa conjunta que concluyó la cita, la primera que el presidente convoca en Camp David desde el inicio de su mandato en enero de 2021.
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En los llamados "principios de Camp David" los tres países se comprometieron a expandir su cooperación trilateral y elevar su ambición compartida "a un nuevo horizonte", en todo el Indopacífico "y más allá".
"Fortaleceremos nuestras economías, proporcionaremos resiliencia y prosperidad, apoyaremos el orden internacional libre y abierto basado en el estado de derecho y reforzaremos la paz y la seguridad regionales y mundiales", recalcó el comunicado conjunto.
Biden, Yoon y Kishida recalcaron que reforzarán su coordinación de cara a la promoción de la democracia y protección de los derechos humanos y apostaron por tener esa línea de comunicación rápida y directa para coordinar sus respuestas.
Este viernes, por ejemplo, coincidieron en repudiar el comportamiento "peligroso" y "agresivo" de Pekín en el mar de la China meridional, y reafirmaron la importancia de que haya "paz" y "estabilidad" en esa zona, vital para el comercio internacional.
"Juntos, defenderemos el derecho internacional, la libertad de navegación y una resolución pacífica de las disputas en el mar de la China Meridional. En segundo lugar, ampliamos nuestra cooperación económica para construir un Indopacífico que sea pacífico y próspero", añadió Biden.
Su foco también se dirigió a Corea del Norte, al reafirmar su compromiso a favor de su "completa desnuclearización" y la creación de un grupo de trabajo para combatir los ataques cibernéticos del país.
"Cualquier provocación o ataque contra cualquiera de nuestros tres países activará el proceso de toma de decisiones de este marco trilateral y nuestra solidaridad se volverá todavía más fuerte", añadió el presidente surcoreano.
Los tres países recordaron que ya cooperan en reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro, particularmente en lo relativo a las baterías y los semiconductores, y de cara al futuro se comprometieron a crear sistemas de alerta ante posibles interrupciones.
Este nuevo capítulo de "amistad y unión", resumió el primer ministro nipón, debería dar lugar a "una nueva era", especialmente entre Tokio y Seúl, cuyos intercambios son menos frecuentes, aunque ambos países sí participan por separado en ejercicios militares con Washington.