Es inusual que, tras una frenética jornada electoral con varios cambios de tendencia, el ganador parezca menos entusiasta que la persona que quedó en segundo lugar. Y sorprende también que los seguidores de uno y otro celebren prácticamente con la misma alegría.
Sin embargo, según una nota de la BBC News, el resultado relativamente sorpresivo de las elecciones generales celebradas este domingo en España dejó un contraste de imágenes y discursos que dificultan concluir quién fue el rotundo vencedor de la noche.
Los datos sí están claros: el conservador Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, ganó los comicios y contará con 136 escaños en el Congreso de los Diputados.
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Le sigue el Partido Socialista (PSOE), del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que obtuvo 122.
En tercer lugar quedó el partido de extrema derecha Vox, con 33 diputados, y en cuarto, la coalición de izquierda Sumar, en la que está incluido Podemos, con 31 escaños.
La falta de una mayoría clara para cualquiera de los partidos genera un panorama confuso que tiene a analistas y políticos haciendo todo tipo de cálculos.
Te explicamos 3 posibles escenarios sobre qué puede pasar ahora.
ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO INTENTA FORMAR GOBIERNO
El líder del PP se presentó por la noche ante los simpatizantes que se congregaron frente a la sede del partido en Madrid y reclamó su derecho a convertirse en el próximo presidente del gobierno español.
"Como candidato del partido que más escaños obtuvo, creo que es mi deber intentar formar gobierno", subrayó Núñez Feijoo. “Que nadie tenga la tentación de bloquear España”, añadió.
No lo tendrá fácil, dados los condicionantes del sistema parlamentario español que explicamos aquí brevemente.
Primero, el rey se entrevista con los líderes de todas las formaciones políticas con representación en el Congreso y propone un candidato para la investidura, que generalmente es el líder del partido que consiguió más escaños.
Dicho candidato expone su programa en la sesión de investidura en el Congreso. Para ser elegido presidente en primera ronda, tiene que contar con una mayoría absoluta (la mitad más uno) de votos a favor.
Si no los consigue, en 48 horas se celebra una segunda ronda, donde es suficiente una mayoría simple (más síes que noes). Es en este punto en el que los diputados que se abstienen pueden facilitar la investidura de forma indirecta.
Volviendo a lo que está pasando ahora, los sondeos auguraban una clara victoria del PP, aunque sin alcanzar los 176 escaños necesarios para gobernar en solitario.
Eso hizo que se hablara de una posible coalición del PP con Vox, formación de extrema derecha con la que esperaba superar la barrera de la mayoría. Sin embargo, PP y Vox se quedan con 169 escaños.
Para poder ser investido presidente, Núñez Feijóo necesita el apoyo de otras formaciones políticas. Se habla de partidos pequeños que le pueden aportar uno o dos escaños más.
Pero la inclusión de Vox en la ecuación aliena a otras formaciones, como el Partido Nacionalista Vasco, que en el pasado facilitó la investidura de presidentes del PP pero que exigiría la ausencia del partido de extrema derecha para dar su apoyo.
PEDRO SÁNCHEZ BUSCA REPETIR
A pesar de que su partido no logró tantos escaños como el PP, el líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, dijo eufórico este domingo: "Buenas noches España, gracias desde el fondo de mi corazón".
La derecha y la extrema derecha de España "fueron derrotadas", continuó.
"El bloque retrógrado que quería hacer retroceder todo el progreso que hicimos en los últimos cuatro años ha fracasado", añadió desde el balcón de la sede de su partido en Madrid.
"Son muchos más los que quieren que España siga avanzando que los que quieren dar un paso atrás".
La multitud gritó “presidente” mientras los analistas hacían cuentas.
Para ser investido presidente, Sánchez necesita el apoyo no solo de Sumar, formación afín de izquierda, sino de partidos nacionalistas e independentistas de Cataluña y País Vasco, como PNV, EH Bildu y Esquerra Republicana, que ya le dieron su respaldo tras las generales de noviembre de 2019.
Aun así, no será suficiente.
El escollo más grande en este momento, según destacan los analistas, es el partido JuntsxCatalunya, que en campaña dijo que reclamará un referéndum sobre la independencia de Cataluña.
"No haremos presidente a Sánchez a cambio de nada", dijo la cabeza de lista del partido", Miriam Nogueras, este domingo.
Sánchez necesitaría al menos que los 7 diputados catalanes se abstuvieran en segunda votación.
BLOQUEO Y REPETICIÓN DE ELECCIONES
Si ninguno de los candidatos de los dos principales partidos consigue el apoyo necesario en la investidura, lo más probable es que se dé una situación de bloqueo que derive en la convocatoria de nuevas elecciones.
Este escenario no sería nuevo en la política española de la última década, dado que ya ocurrió en 2016 y en 2019.
La aparición de nuevos partidos como Podemos, Ciudadanos, y posteriormente Vox y Sumar, fragmentaron el panorama político que, fundamentalmente, había sido ocupado por PSOE y PP.
En 2016, el entonces líder del PP Mariano Rajoy ganó las elecciones, pero no se presentó a la investidura por la falta de apoyos, algo que le puede pasar ahora a Núñez Feijóo.
Pedro Sánchez, que quedó en segundo lugar, intentó ser investido y evitar así la repetición electoral, pero no tuvo los votos necesarios.
Hubo repetición electoral, Rajoy volvió a ganar y finalmente logró la investidura con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE, algo que desea ahora Núñez Feijóo pero que es poco probable.
Tres años después, se vivió una situación similar, pero con resultado opuesto.
En abril de 2019, con Pedro Sánchez como presidente del gobierno tras una moción de censura que retiró a Rajoy del poder el año anterior, el PSOE ganó las elecciones, pero no tuvo los apoyos necesarios para formar gobierno.
Hubo una nueva convocatoria en noviembre de ese mismo año, Sánchez repitió victoria y en esa ocasión alcanzó un acuerdo de coalición con Unidas Podemos, entonces liderada por Pablo Iglesias.
En la campaña para estas elecciones, la posibilidad de la repetición electoral sobrevoló sutilmente algunos de los análisis y debates. Este domingo, con un resultado tan repartido, se volvió más plausible.