MADRID.- La ultraderecha de Vox ha sufrido una fuerte caída en las urnas este 23 de julio, al perder 19 escaños y pasar de 52 a 33 diputados en las Cortes; unos resultados que complican un Gobierno del bloque de las derechas, a siete parlamentarios de la mayoría absoluta. La suma de Vox y PP dejaría 169 escaños para el bloque de las derechas, mientras que el bloque de izquierdas estaría muy cerca del Gobierno.
En tanto, el conservador Partido Popular (PP) ganó las elecciones de este domingo en España, con el 97% del voto escrutado, al obtener 136 escaños, 47 más que los que logró en 2019, y el Partido Socialista (PSOE) quedó como segunda fuerza política con 122 escaños, dos más que en los anteriores comicios, si bien el resultado complica la posibilidad de la formación de un Gobierno.
Y ello porque ninguno de los bloques de derecha e izquierda reúnen en principio representantes suficientes como para llegar a una mayoría absoluta (176 escaños) en la primera vuelta de una investidura o simple en una segunda con más votos a favor que en contra.
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El ultraderechista Vox se deja 19 escaños en estas elecciones y se queda con 33 diputados en el Congreso, mientras que la plataforma de izquierdas Sumar se sitúa como cuarta fuerza con 31 escaños, cuatro menos que los que obtuvo su predecesora Unidas Podemos en los anteriores comicios.
Entre las fuerzas independentistas, los catalanes de ERC sufren un duro revés, al caer de 13 a 7 representantes, y los de Junts per Catalunya pierden uno y se quedan con seis, mientras que los vascos de EH-Bildu superan por vez primera al Partido Nacionalista Vasco (PNV), con seis diputados frente a cinco de estos últimos.
Los gallegos del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) conservan su único escaño, Coalición Canaria logra uno y también los regionalistas navarros de Unión del Pueblo Navarro (UPN), de modo que el nuevo Congreso quedará muy fragmentado con once partidos diferentes.
¿Qué estaba en juego?
Casi 37.5 millones de españoles estaban llamados a participar este domingo en las elecciones generales, donde la votación arrancó sin incidencias con la apertura de los colegios electorales los cuales permanecerán abiertos hasta las 20:00 horas.
Más de un millón de españoles residentes en países de América como Argentina, Estados Unidos, Cuba y México están llamados a votar en las elecciones generales; sin embargo, el registro del voto en el exterior en las sedes diplomáticas indica una baja participación pese a la supresión del “voto “rogado”.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, el país con más españoles inscritos en el exterior del continente americano es Argentina, con 477.465; seguido de Estados Unidos, con 192.766; Cuba, con 160.833, y México, con 155.543. Les siguen de cerca Brasil y Venezuela, con algo más de 136.000 españoles registrados.
El actual gobierno, integrado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP), liderado por Pedro Sánchez, aspira a la reelección después de su victoria en el año 2019, cuando se formó la primera coalición de izquierdas.
Los candidatos a presidir el nuevo gobierno se han lanzado a la caza del voto indeciso, especialmente los dos partidos que luchan por ser la tercera fuerza política: la coalición de izquierda Sumar y la ultraderecha representada por la formación Vox.
Ambos partidos, liderados respectivamente por la vicepresidenta segunda del actual Ejecutivo, Yolanda Díaz, y Santiago Abascal, podrían ser claves para la formación del Gobierno que saldrá de las urnas el próximo domingo, siempre y cuando ni el conservador Partido Popular (PP), encabezado por Alberto Núñez Feijóo, ni el Partido Socialista del actual presidente, Pedro Sánchez, obtengan mayoría absoluta.
¿Por qué se convocaron elecciones anticipadas?
El actual mandatario Pedro Sánchez convocó las elecciones un día después de que su Partido Socialista y su socio izquierdista en la coalición de gobierno, Unidas Podemos, sufrieron una contundente derrota en los comicios municipales y regionales celebrados el 28 de mayo.
Antes de eso, Sánchez había insistido en que agotaría su mandato de cuatro años, lo que daba a entender que las elecciones se celebrarían en diciembre. Pero tras el revés de mayo, dijo que era justo que los españoles decidiesen cuanto antes el futuro político del país.