(EFE).- La Comisión Europea presentará antes de acabar el año una nueva propuesta para controlar las inversiones europeas en sectores clave como el tecnológico o el militar de "países preocupantes" que pueden suponer un riesgo para su seguridad, como Rusia o China.
En torno a las tensiones mundiales, la Comisión Europea presentará antes de acabar el año una nueva propuesta para controlar las inversiones europeas en sectores como el tecnológico y principalmente el militar en "países preocupantes" como Rusia y China.
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Los expertos han señalado que pondrán en práctica tecnología de vanguardia que buscará que no se potencialicen las capacidades militares de ciertos países.
“Estamos examinando un pequeño conjunto limitado de tecnologías de vanguardia. Y aquí queremos asegurarnos de que no potencian las capacidades militares de algunos países preocupantes”, indicó a la prensa la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, sobre la nueva estrategia de seguridad económica presentada hoy Bruselas.
“Cuando usamos este filtro geopolítico, los candidatos obvios son Rusia y China. Eso para empezar”, aseguró por su parte la vicepresidenta ejecutiva de la CE y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, en una rueda de prensa para dar a conocer la iniciativa.
Motivada por la guerra rusa en Ucrania o los problemas en las cadenas de suministro reveladas durante la pandemia, la estrategia de seguridad económica plantea acciones nuevas y recoge también otras medidas ya en marcha, como los instrumentos contra la coerción económica o para la revisión de inversiones extranjeras directas en la Unión.
Su objetivo es minimizar los riesgos derivados de determinados flujos económicos en un contexto de “aumento de las tensiones geopolíticas” y de "aceleración de los cambios tecnológicos”, pero preservando a la vez niveles máximos de apertura y dinamismo económicos.
Las principales novedades de la propuesta se refieren al control de exportaciones y a las inversiones europeas en el exterior.
La Comisión estudiará posibles medidas para hacer frente a los riesgos de seguridad relacionados con las inversiones salientes, con vistas a proponer una iniciativa a finales de año.
“La inversión en el exterior significa que tenemos que garantizar que el capital de las empresas europeas, sus conocimientos, su experiencia, su investigación no sean utilizados de forma abusiva por países preocupados por su aplicación militar”, subrayó Von der Leyen.
Para proteger los intereses europeos en materia de seguridad, la CE ve necesario “someter a controles no sólo las mercancías exportadas, sino también determinadas inversiones salientes, para contrarrestar el riesgo de fuga de tecnología y conocimientos como parte de esa inversión”, detalla en el texto de la estrategia.
“No queremos limitar el desarrollo y la prosperidad de otros países, pero debemos estar equipados para proteger nuestra seguridad económica e interés económico de las acciones de algunos países”, dijo el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que negó que la nueva estrategia sea una medida proteccionista.
Por otra parte, la Comisión presentará a finales de este año a más tardar otra propuesta para mejorar la eficacia de la actual regulación de control de las exportaciones de bienes de doble uso, civil y militar.
La CE propondrá asimismo una lista de tecnologías de doble uso para la evaluación de riesgos que podría ser adoptada por el Consejo de la UE (los países) antes de septiembre de 2023.
La lista se basará en criterios estrictamente definidos como el carácter habilitador y transformador de una tecnología, o el riesgo de fusión civil-militar y de que pueda emplearse indebidamente para violar los derechos humanos.
Con estas acciones, la CE pretende contrarrestar tendencias que cree que suponen un “riesgo directo para el funcionamiento de nuestras sociedades, economías y del comercio mundial”, así como un “desafío directo a los intereses estratégicos de la UE y a su capacidad de actuación”.
En paralelo, la nueva estrategia defiende colaboraciones con terceros países para reforzar la cooperación en investigación, las relaciones comerciales o las cadenas de suministro.
“La alternativa a un planteamiento de la UE en materia de seguridad económica es que nuestros socios elijan sus alianzas, mientras que los actores menos bienintencionados tratarán de dividir y conquistar”, recalca la CE en su estrategia, en la que deja claro que la unidad es “esencial” para la seguridad económica de la Unión.
CAO