DROGADICCIÓN

Abren máquina expendedora de kits para sobredosis de fentanilo en Nueva York

La naloxona, un medicamento que permite a la persona que sufre una sobredosis recuperarse en apenas unos minutos, será gratuita y distribuida en máquinas expendedoras

Escrito en MUNDO el

En un esfuerzo por abordar la creciente crisis de opiáceos en la ciudad de Nueva York, se ha instalado la primera máquina expendedora de salud pública en la esquina de Decatur Street y Broadway, en el vecindario de Ocean Hill. Esta innovadora iniciativa tiene como objetivo proporcionar acceso gratuito y fácil a suministros vitales, como kits de naloxona, tiras reactivas de fentanilo y xilazina, así como paquetes de anticonceptivos de emergencia.

La máquina expendedora, con un costo de $11,000 dólares americanos, es supervisada por Servicios para los Desatendidos, y su directora de estrategia, Rebecca Linn-Walton, informó que durante la primera semana de funcionamiento se distribuyeron cerca de 100 kits de Narcan, un aerosol nasal a base de naloxona utilizado para revertir sobredosis de opioides. Además, la máquina también ofrece mascarillas, kits de higiene femenina, cuidado de heridas y tiras reactivas de xilazina y fentanilo. Linn-Walton enfatizó la importancia de esta iniciativa, afirmando que la existencia de una máquina como esta podría haber salvado vidas en el pasado.

"Conocemos a personas que podrían estar vivas hoy si hubiera habido una máquina como esta, ya sea debido a infecciones no tratadas por falta de acceso a atención médica gratuita para heridas o sobredosis por la falta de acceso fácil y gratuito a Narcan", destacó.

Los suministros de la máquina expendedora son gratuitos y se reponen diariamente. Para obtener los artículos, los usuarios solo necesitan ingresar su código postal de la ciudad de Nueva York y seleccionar el producto deseado. Esta máquina es la primera de las cuatro que se instalarán en los vecindarios con las tasas más altas de sobredosis de drogas en la ciudad.

Estados Unidos ha sido duramente golpeado por una epidemia de fentanilo, causando alrededor de 100,000 muertes al año debido a sobredosis de esta sustancia. La naloxona, conocida como el "medicamento mágico" que revierte rápidamente las sobredosis de opioides, se distribuirá de forma gratuita a través de estas máquinas expendedoras en la ciudad de Nueva York. La facilidad de aplicación del medicamento a través de inhalación ha sido destacada por el médico Jorge Zarco como una ventaja clave de este nuevo dispositivo.

Beatriz Marín Padura, directora de la Fundación FAD Juventud, expresó su preocupación por la crisis, señalando que ha afectado a personas blancas de clase media-alta que originalmente buscaban prescripciones médicas para el manejo del dolor.

La iniciativa ha recibido el respaldo del comisionado de salud de la ciudad de Nueva York, Ashwin Vasan, quien tuiteó a favor de la iniciativa. Vasan agregó que las máquinas expendedoras de salud pública son una forma innovadora de proporcionar herramientas que salvan vidas, como la naloxona, a las personas que más lo necesitan.

"Estamos en medio de una crisis de sobredosis en nuestra ciudad, que nos está quitando un compañero neoyorquino cada tres horas y es una causa principal de la caída de la esperanza de vida en la ciudad de Nueva York".

Según el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York, en 2021 hubo 2,668 muertes por sobredosis, en comparación con 2,103 en 2020. El 84% de estas muertes estuvieron relacionadas con opioides, y el fentanilo, un opioide altamente potente, estuvo involucrado en el 80% de todas las muertes por sobredosis.

Las cifras proyectadas para 2022 indican que será el año más mortal registrado por sobredosis si las tendencias actuales continúan. Como parte del plan de acción "Care, Community" publicado en marzo, la ciudad se ha comprometido a reducir las muertes por sobredosis en un 15% para 2025 y a apoyar a las personas en riesgo de sufrir una sobredosis mortal.

La instalación de estas máquinas expendedoras de salud pública es un paso valioso en la lucha contra la crisis de opiáceos en la ciudad de Nueva York, brindando acceso rápido y gratuito a herramientas que pueden salvar vidas y ofreciendo esperanza en medio de una situación desafiante y devastadora.