Cuando inició el terremoto en Turquía, el pasado 5 de febrero, Necla amamantaba a su bebé; su esposo y su otro hijo estaban en otra habitación cuando todo se derrumbó. Los muebles hicieron un espacio donde milagrosamente quedó atrapada Necla y su bebé durante más de cuatro días.
En un reportaje de la BBC Mundo, Necla describió que vivía en un edificio moderno, “un buen edificio” que no soportó al movimiento telúrico más mortífero en lo que va del siglo, con más de 33 mil muertos en Turquía y Siria, hasta el momento.
Necla, de 33 años, se vio recostada con su bebé aún entre sus brazos y sobre el pecho. Un armario que había caído justo a su lado, salvó la vida de ambos al impedir que una gran losa de hormigón los aplastara.
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En los escombros no veía nada, pero su hijo respiraba. De lejos, podía escuchar voces. Intentó gritar pidiendo ayuda y golpear el armario.
Pensaba que así no era como se suponía que debía ser la vida. “Planeas muchas cosas cuando tienes un nuevo bebé y de repente estás bajo los escombros”, dice. Aún así, sabía que tenía que cuidar a su hijo y pudo amamantarlo en ese espacio tan reducido. Desesperada, intentó sin éxito beber su propia leche materna.
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También pensaba constantemente en su familia: el bebé en su pecho, y su esposo y su otro hijo perdidos en algún lugar entre los escombros.
El rescate
Luego de casi 4 días bajo tierra, la esperanza de Necla al fin dio frutos, primero unos ladridos de perros, y después la voz de alguien diciéndole “¿estás bien? toca una vez para decir sí,…, ¿en qué apartamento vives?”, los rescatistas habían llegado a rescatarlos.
Cavando con cuidado, los rescatistas lograron llegar hasta Necla y su bebé, el pequeño Yagiz, deslumbrándolos con la luz de una antorcha, que se encargó de romper la oscuridad de estar 90 horas bajo tierra.
Necla y su pequeño Yagiz, quien tuvo que pasar por esta experiencia a tan solo 10 días de su nacimiento, fueron trasladados en una camilla por el equipo de rescate del Departamento de Bomberos del Municipio de Estambul, quienes ente una multitud, de la cual ella no reconoció a nadie, la subieron a la ambulancia y la llevaron al hospital.
Después de los escombros
En el hospital, Necla fue recibida por algunos de sus familiares, donde le dieron la buena noticia de que su esposo y su otro hijo de 6 años, también habían sido rescatados de los escombros, y que estaban recibiendo atención medica en un hospital en la provincia de Adana, donde los están tratando por heridas graves en las piernas y los pies.
Necla y su bebé no sufrieron ninguna lesión grave, por lo que tras 24 horas en observación, fueron dados de alta, y llevados a un refugio improvisado, donde se encuentran otros 13 miembros de su familia, pues ya no tienen a donde regresar, han perdido sus hogares.
En la carpa azul, la familia de Necla, su esposo Irfan y su hijo de seis años, Yigit Kerim, al fin pudieron reencontrarse.
Ahora Necla está tratando de superar esta terrible experiencia, de la que dice, sobrevivió gracias a su pequeño Yagiz, pues dijo, “creo que si mi bebé no hubiera sido lo suficientemente fuerte para manejar esto, yo tampoco habría podido”.
Necla agradece que su bebé sea apenas un recién nacido, pues “no recordará nada” de lo ocurrido, y espera que nunca vuelva a experimentar algo así.
VGB