El próximo 7 de diciembre se cumple un año del intento de golpe de Estado del expresidente de Perú, Pedro Castillo, quien para evitar que el Congreso votara una moción de vacancia en su contra, anunció la disolución temporal del Congreso e instauró un “gobierno de excepción”. Sus acciones fueron rechazadas por varios ministros de su gabinete quienes renunciaron a sus cargos, mientras que los diputados convocaron a pleno.
Mientras las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional de Perú anunciaron que actuarían conforme a la constitución, el Congreso destituyó a Pedro Castillo y nombró a la vicepresidenta Dina Boluarte como presidenta de Perú, quien se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo. Después de esto, Castillo fue detenido por la policía y ha estado este tiempo bajo prisión preventiva por el presunto delito de rebelión.
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La aparición más reciente del expresidente ha sido la de este 4 de diciembre en una audiencia en el Tribunal Constitucional de Perú en donde su defensa busca que se suspenda una de las dos órdenes de aprehensión en su contra. Ahí, Pedro Castillo denunció que su detención ha sido parte de un “andamiaje y acción preparada para derrocar a su gobierno, pero no se puede, más allá de intereses políticos, acabar con la libertad constitucional”.
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Castillo también denunció que las autoridades peruanas se “han ensañado” con él y que ha sentido su odio en carne propia. “He sido apresado y se han violentado mis derechos constitucionales, como es el derecho a la libertad y debido proceso dispuesto por la fiscal de la Nación”. Además, la acusó de ser líder de una presunta organización criminal planeada con alto mandos de la policía y ciertos grupos de congresistas para acabar con su gobierno.
El respaldo a Pedro Castillo
Después del intento de golpe de Estado de hace casi un año, uno de los países que mostró su respaldo a Pedro Castillo fue México. En esa ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador, publicó en X (antes Twitter), que lamentaba que, desde el inicio de su gestión, Castillo se haya enfrentado a un ambiente de confrontación y hostilidad ocasionado por los intereses de las élites económicas y políticas.
Incluso hasta la fecha, el mandatario mexicano no reconoce a Dina Boluarte como presidenta de Perú. Semanas antes de que se realizara el Foro Económico Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en California, Estados Unidos, López Obrador había dicho que no iba a buscar fotografiarse con Boluarte. A pesar de esto, sí compartió una foto con ella, pues fue parte de la foto general de los asistentes que se realiza tradicionalmente en estos eventos.
Y es que las tensiones entre ambos países han ido creciendo desde que el embajador de México en Perú, Pablo Monroy Conesa, ayudara a la familia de Pedro Castillo a escapar de Perú y posteriormente fuera expulsado del país. Después de esto, el Congreso peruano nombró al mandatario mexicano como persona non grata.
El futuro incierto de Pedro Castillo
Si bien el Tribunal Constitucional estudia las cinco demandas de habeas corpus, un recurso utilizado para proteger a ciudadanos frente a detenciones ilegales, la Fiscalía de Perú ha insistido que la detención de Pedro Castillo fue legítima. Por otro lado, el Poder Judicial reprogramó una audiencia con Castillo que se realizaría este 4 diciembre que tenía como fin analizar su pedido para poner fin a su prisión preventiva.
Aunque aún no se establece una fecha para esta audiencia, Castillo continuará cumpliendo su orden de prisión preventiva de 18 meses y otra más de 36 relacionada con un caso de corrupción durante su gobierno.