México podría enfrentarse a una tensión política con Ecuador después de que el exvicepresidente ecuatoriano durante el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), Jorge David Glas Espinel, acudiera a la Embajada de México en Quito para solicitar su ingreso, pues expresó remor por su seguridad y libertad personal, por lo que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó que Glas habría ingresado al recinto en calidad de huésped.
Antes de que esto ocurriera, Diana Salazar, fiscal de Ecuador, había ordenado a la policía localizar y detener a Glas con “fines de investigación” durante doce horas y sin ser esposado, pues el exvicepresidente había estado detenido desde 2017 hasta 2022 por presunta corrupción. La embajada de México en Quito aseguró que se permitió el acceso a Glas Espinel de conformidad con el marco jurídico mexicano en materia de protección internacional a personas, con los protocolos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y con el principio pro persona consagrado en el artículo 1 de la Constitución Política de México.
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Además, la SRE expresó que en caso de que Jorge Glas formalice una solicitud de asilo político, el gobierno mexicano “la analizará detenidamente y recabará la información necesaria para proceder como corresponda, de conformidad con los tratados internacionales pertinentes de los que México y Ecuador son parte”. México publicó el comunicado después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador exhortara a las autoridades mexicanas a que invitaran a Glas “a cooperar con las autoridades policiales”.
A través de una publicación en X (antes Twitter), la Cancillería de Ecuador dijo que ya “realiza las acciones necesarias con ese gobierno para que el requerimiento de la Fiscalía General del Estado, respecto del ciudadano ecuatoriano en referencia (Jorge Glas), pueda cumplirse”. Por el momento, la investigación por parte de la fiscal ecuatoriana es de carácter reservada, pero había ordenado su “ubicación, localización, inmovilización y traslado” de Glas, según un documento difundido en redes sociales.
Jorge Glas y su relación con Rafael Correa
El exivecepresidente de Ecuador, Jorge Glas, salió de la cárcel a finales de 2022 y estaba cumpliendo dos condenas de prisión de corrupción, una de seis años por asociación ilícita en relación al caso Odebrecht y otra de ocho años por sobornos en la ejecución de obras públicas durante el gobierno de Rafael Correa, quien también fue condenado por el mismo caso. En junio de este año, un juez de la provincia de Guayas restituyó los derechos políticos de Glas “de elegir y ser elegido”.
Jorge Glas había sido elegido como vicepresidente de Ecuador entre 2013 durante la administración de Correa. Pero a pesar de que en 2017 había sido elegido nuevamente para el cargo durante el gobierno de Lenin Moreno, fue condenado a prisión. En abril del 2022 salió de prisión por decisión de un juez, pero esto fue revertido por un tribunal. No fue sino hasta noviembre del 2022 cuando un juez le concedió medidas sustitutivas que le prohíben salir del país y debe presentarse semanalmente en la penitenciaria.
Pero Jorge Glas no ha sido el único al que México le ha ofrecido asilo. Hace un año, la embajada de México en Lima ofreció asilo a la familia del expresidente Pedro Castillo después de que intentara disolver el Congreso en un autogolpe de Estado. Además, en 2019 tras el caos político por la reelección del entonces presidente Evo Morales, quien se vio envuelto en denuncias de fraude, Morales solicitó asilo a México, el cual le fue concedido por el presidente Andrés Manuel López Obrador por motivos humanitarios y de seguridad.