Durante su intervención ante el pleno de la cumbre COP28, Emmanuel Macron, presidente de Francia, declaró que en la lucha contra la crisis climática la "prioridad de las prioridades" es que los países más ricos “abandonen las energías fósiles”, que los países emergentes abandonen el carbón y que los más pobres no tengan que elegir entre desarrollo y acción climática.
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Aunque señaló que todos los países tienen que actuar para combatir la crisis climática, declaró que los países más desarrollados tienen "una responsabilidad mayor", "al igual que China, que es el segundo más emisor a nivel histórico".
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Recalcó la importancia de mantener los esfuerzos por combatir el cambio climático sin desviarse del camino e instó a "multiplicar por 2.5" los esfuerzos por alcanzar el objetivo de abandonar las energías fósiles, ello, pese a reconocer que durante los últimos años ya se ha trabajado al doble por alcanzar este objetivo.
El mandatario francés destacó las medidas que se implementarán en Europa a partir del año 2035, cuando se dejarán de vender automóviles que funcionan con derivados del petróleo, así como los recortes masivos en las emisiones de sectores como la vivienda o el transporte aéreo y marítimo.
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En cuanto a los países emergentes, señaló que su "prioridad absoluta" es salir del carbón, aunque reconoció que esos países tienen derecho a la convergencia económica con los más ricos, pero eso no debe hacerse "sobre la base del carbón”.
Macron consideró "absurdo" que en estos momentos haya en el mundo bajo planificación centrales energéticas alimentadas por carbón por una potencia instalada total de 500 GW, especialmente en Asia, mientras que en otros países se trabaja en retirar esas centrales de servicio para instalar energías renovables.
"Tenemos que dar un giro absoluto en este tema", urgió el presidente francés.
En este sentido, destacó que Francia abandonará sus centrales de carbón en el año 2027, y urgió a los países del G7 a hacerlo mismo antes del 2030.
Igualmente aludió a que el G7, tras la COP 26 de Glasgow, ya puso en marcha un programa de 50.000 millones de dólares, al que ya se han sumado Vietnam, Sudáfrica e Indonesia, para reducir su dependencia energética del carbón.
Finalmente, Macron hizo hincapié en el objetivo de que las poblaciones de los países en desarrollo "no tengan que elegir entre la lucha contra la pobreza y la lucha contra el clima".
Para ello, pidió ayudar a los países africanos a desarrollar su agricultura para no depender de las importaciones de alimentos, pero "de forma más limpia".
Y también propuso estrategias y programas específicos para los países más pobres y los que están en una situación intermedia, ya que sus necesidades de desarrollo y acción climática son diferentes.
VGB