Dos mexicanos estaría entre la tripulación de un barco que fue capturado en aguas del mar Rojo. Insurgentes hutíes de Yemen anunciaron la captura de un buque, argumentando que pertenece a Israel, una afirmación rechazada por el gobierno israelí. La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que de acuerdo con información recabada, habría dos tripulantes de nacionalidad mexicana.
“A partir de que se tuvo conocimiento de este hecho, la embajada de México ha realizado gestiones mediante canales diplomáticos para corroborar la situación de la tripulación y ha tenido comunicación con representantes de embajadas de otros países involucrados para allegarse de información, y realizar gestiones que conduzcan a la liberación de los tripulantes que se encuentran en dicha embarcación”, informó la cancillería.
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Según el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, el movimiento chií, respaldado por Irán, llevó a cabo la operación que resultó en la captura y el desvío del buque hacia un puerto yemení. Los detalles exactos del puerto de destino y la composición de la tripulación no se hicieron públicos, pero la declaración de los hutíes enfatizó el trato a los tripulantes según las normas y valores del islam.
De acuerdo a un video compartido por el periodista Manuel López San Martín, se puede ver cómo habría sido el momento en que rebeldes hutíes de Yemen interceptaron el “Galaxy Leader”.
El buque en cuestión, identificado como el transportador de vehículos “Galaxy Leader”, bajo la bandera de las Bahamas, se reporta como de propiedad parcial del empresario israelí Rami Unger. Sin embargo, tanto el gobierno israelí como la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, negaron cualquier relación directa con el buque, describiéndolo como propiedad de una empresa británica y operado por una compañía japonesa. La tripulación consta de 25 miembros de diferentes nacionalidades, incluyendo Ucrania, Bulgaria, Filipinas y México.
La captura del Galaxy Leader, que navegaba desde India a Turquía, generó una amplia reacción internacional. El Gobierno japonés, cuya empresa Nippon Yusen (NYK Line) opera el buque, condenó el acto y exigió la liberación de los marineros. Esta captura se produce en un contexto de crecientes tensiones en la región, particularmente en relación con la situación en la Franja de Gaza y Cisjordania.
Desde Teherán, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, rechazó las acusaciones israelíes de implicación iraní en el incidente. Kananí alegó que estas afirmaciones buscan desviar la atención de los desafíos enfrentados por Israel. A su vez, destacó que las facciones del movimiento de resistencia en la región, incluyendo los hutíes, operan de manera independiente de Irán.
El Ejército israelí, por su parte, acusó a Irán de estar detrás de la captura del buque, calificándola de un incidente grave con potenciales consecuencias globales. La oficina del primer ministro israelí reforzó esta postura, condenando el incidente como un acto de terrorismo iraní y una agresión contra la seguridad marítima internacional.
La tensión en la región escaló desde el inicio de los enfrentamientos en Gaza el 7 de octubre, con los hutíes advirtiendo que no permanecerían pasivos. Abdelmalik al Huti, líder de los insurgentes, había advertido anteriormente sobre operaciones adicionales contra objetivos israelíes, tanto en Palestina como en otras áreas, incluyendo el mar Rojo.
El movimiento hutí, como parte del llamado Eje de la Resistencia liderado por Irán, que incluye a grupos como Hizbulá, Hamás y la Yihad Islámica, ha intensificado sus advertencias y acciones en respuesta a los continuos bombardeos en Gaza. Estos enfrentamientos han dejado un saldo trágico de víctimas, con más de 13.000 palestinos muertos hasta la fecha.
Con información de EFE.
DJC