La elección presidencial que tendrá lugar en Bolivia para 2025 se disputará entre dos fuerzas políticas que desde ya se repelen y atacan con miras a tomar un mayor control sobre el electorado, sólo que ambos bandos pertenecen al mismo partido, o por lo menos eso era así y será así hasta que la disputa entre el expresidente Evo Morales y el actual presidente Luis Arce termine por fragmentar el partido o encuentre una resolución en los tribunales.
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Mientras tanto, Evo Morales continua su camino a un nuevo mandato como presidente de Bolivia tomando el control del partido Movimiento al Socialismo (MAS), en cuyo décimo congreso se aprobó la “auto expulsión” de Luis Arce, presidente de Bolivia y de David Choquehuanca, vicepresidente de Bolivia, ambos opositores de Evo Morales, quien fue ratificado como presidente del partido y como el candidato a la presidencia en 2025.
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Además de ellos, Evo Morales también ordenó al Tribunal de Ética del partido que otros 20 diputados sean expulsados del MAS por ser afines a Luis Arce, con lo que busca limpiar al partido de sus opositores y allanar su camino a un nuevo periodo presidencial. “Seguimos haciendo historia nacional e internacional. El MAS va a recuperar la revolución para salvar la patria nuevamente”, exclamó Evo al finalizar el congreso del partido en el pueblo de Lauca Ñ.
Por su parte, el presidente Arce, quien no asistió al congreso del partido, por considerar que ignoraba y disminuía a las distintas organizaciones sociales que habían fundado el “instrumento político”, razón por la que desconoció la legalidad del congreso y convocó a un cabildo para el próximo 17 de octubre donde se podría llegar a tomar una acción reciproca a la de la facción de Evo Morales.
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La estabilidad del partido en el poder está tambaleándose en una cuerda floja entre los dos lideres izquierdistas que pujan por tomar el control del partido de cara a las próximas elecciones presidenciales, disputa en la que el Tribunal Constitucional y el Tribunal Electoral han tenido que intervenir ante las apelaciones del bando de Arce a las decisiones de Evo Morales, quien parece aventajarlo en su disputa por ser el líder supremo del MAS.
Sin embargo, ambas instituciones han sido desacreditadas por Evo Morales quien tacha sus fallos a favor del presidente como “fraudulentos” y alega que carecen de valides jurídica mientras sigue afianzando su posición entre la población más pobre del país.
Por su parte, Luis Arce, fortalece sus bases entre el sector medio, principalmente jóvenes, donde su formación académica lo posiciona con mejores ojos que a Evo Morales, pues ven a la educación como el camino para tener un mejor futuro.
VGB