Cuba.- El Ministerio del Interior cubano validó la muerte de un segundo socorrista después del colapso de un edificio en el centro histórico de La Habana. El bombero, identificado como Luis Alejandro Llerena de 23 años, se une a la rescatista Yoandra Suárez, de 40 años, quien murió a causa de "asfixia, sofocación y compresión toracoabdominal".
En el hospital Calixto García de la capital, se atienden a dos lesionados, un hombre de 97 años y otro de 31 años. A pesar del accidente, equipos de rescate y una unidad canina persisten en sus labores en busca de un residente que todavía se considera desaparecido.
El desmoronamiento del edificio se manifestó en dos etapas. La primera se registró cerca de las 23:00 hora local, y la subsiguiente aproximadamente dos horas más tarde, momento en el que los rescatistas y bomberos ya operaban en el sitio. El inmueble albergaba a 13 familias, sumando un total de 54 individuos.
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Las familias afectadas se encuentran ahora en una institución educativa cercana, según aseguró el intendente de La Habana Vieja, Alexis Acosta. Hasta la fecha, no se ha evacuado ningún otro edificio cercano.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, expresó su preocupación y consternación por el incidente en X (anteriormente conocido como Twitter), subrayando el esfuerzo constante de las fuerzas de rescate. También ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
Este evento arroja luz sobre un problema persistente en Cuba: la situación habitacional. En La Habana, de 185.348 edificios, 83.878 necesitan reparación parcial, y 46,158 una completa renovación, de acuerdo con datos de 2021 proporcionados por Cubadebate. También hay una demanda de 43,854 hogares para damnificados por derrumbes anteriores, así como 11,458 viviendas adicionales por el crecimiento demográfico.
La totalidad de viviendas en Cuba asciende a más de 3,9 millones, y el 37% de ellas se catalogan en estado técnico deficiente. Las cifras oficiales establecen que Cuba tiene un déficit habitacional de aproximadamente 800,000 viviendas. La falta de recursos y mantenimiento, impulsados por la crisis económica y desastres naturales, ha deteriorado el patrimonio inmobiliario de la nación.
Con información de EFE.
DJC