La monja francesa Lucile Randon, mejor conocida como Hermana André considerada la persona más anciana del mundo murió a sus 118 años de edad luego de vivir los últimos años de su vida postrada en una silla de ruedas y sin poder ver lo que le dificultaba algunas de sus capacidades físicas.
Su muerte fue anunciada por el alcalde de la ciudad de Toulon, localidad situada al sur de Francia , por medio de Twitter
“Es con inmensa tristeza y muchas emociones que me entero del fallecimiento esta noche de nuestra Decana de la Humanidad #SisterAndré”.
Vale la pena mencionar que su fallecimiento se produjo la noche del lunes, mientras dormía en su residencia de ancianos, según ha información de la portavoz personal de la monja a la agencia de noticias a la AFP.
"Murió a las 2 de la madrugada. Hay una gran tristeza pero ella quería, era su deseo reunirse con su querido hermano. Para ella es una liberación", ha dicho el responsable de comunicación de la residencia de ancianos Sainte-Catherine-Labouré, David Tavella.
A su vez, el portavoz de la monja, David Tavella, dijo que murió el martes a las 2 a.m. hora local y que vivía cerca de Toulon. “Hay una gran tristeza, pero ella quería que sucediera, era su deseo de unirse a su amado hermano. Para ella, es libertad”, dijo Tavella.
"Dicen que el trabajo mata, pero es el trabajo lo que me ha mantenido viva, trabajé hasta los 108 años", dijo en abril de 2022, cuando fue nombrada la persona más anciana del mundo, tras haberlo sido en Francia y luego en Europa.
Vale la pena señalar que se convirtió en la persona más anciana del mundo tras la muerte de Kane Tanaka, una mujer japonesa previamente certificada como la persona más anciana del mundo, que murió a la edad de 119 años el 19 de abril.
La hermana Lucile Randon, nació un 11 de febrero de 1904 en el seno de una familia protestante no practicante, sin embargo adoptó el nombre de Sor Andre cuando ingresó en una orden caritativa católica en 1944.
La monja dedicó la mayor parte de su vida al servicio religioso, según un comunicado publicado por Guinness en abril de 2022. Antes de convertirse en monja católica, cuidó niños durante la Segunda Guerra Mundial y luego pasó 28 años cuidando a huérfanos y ancianos en un hospital.
Asimismo había sobrevivido al Covid-19 en 2021 sin ninguna dificultad, convirtiéndose en un símbolo de esperanza que había generado una avalancha de cartas procedentes de todo el mundo.
Cuando cumplió 118 años en 2022, la monja recibió una nota de cumpleaños escrita a mano por el presidente francés Emmanuel Macron, el decimoctavo presidente francés de su vida. También ha habido 10 papas diferentes presidiendo la Iglesia Católica desde que ella nació.
El título de la persona más vieja jamás registrada también pertenece a una mujer francesa. Nacida el 21 de febrero de 1875, la vida de Jeanne Louise Calment duró 122 años y 164 días, según la declaración de Guinness World Records.
AJA