Las plataformas para comunicarse en grupo cobraron popularidad debido a la pandemia del coronavirus, que obligó a millones de personas a trabajar desde casa y a conectarse a juntas virtuales, modalidad que sigue en esta era post-pandemia y es un esquema que también se adoptó para tomar clases, donde los profesores pueden dar sus materias, aunque a más de uno le gane el sueño.
El sueño en una charla vía zoom puede disimularse si uno no prende su cámara, ya que la concentración no esté al 100%; y es común que alguna persona cabecee o de plano se quede dormido, pero que le gane el sueño al profesor, parece muy raro.
En TikTok se dio a conocer este caso, en el que un profesor quedó expuesto por sus alumnas tras quedarse dormido en plena clase en línea.
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En el clip de la clase por zoom, se pueden ver cómo alumnas estaban dando a la clase una exposición. Esto mientras el profesor cabeceó y hasta se quedó dormido. ¿Lo despertaron?
Si tenías el pendiente de qué pasó después, resulta que el docente se despertó, luego de que las alumnas que exponían le hablaran.
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El profesor aseguró que estaba escuchando “atentamente”, algo que sin duda desató burla de sus propios alumnos.
"Sí, estaba escuchando atentamente, por ejemplo...", respondió el profesor.
Como era de esperarse, el video provocó cientos de reacciones divididas. Algunos lo defendieron, mientras otros arremetieron en su contra por quedarse dormido en su trabajo y no poner atención a su clase.
Los profesores ya han sido motivo de escarnio en TikTok, recordamos que hace algunos días un profe corría a sus alumnos y no les permitía entrar al salón. “Sáquese de aquí”, les gritaba a estudiantes de un CBTIS en el interior del país.
En el video se aprecia que tres alumnos están afuera de un salón de clases intentando pasar, pero el profesor les negó el acceso.
“Vámonos de aquí, vámonos de aquí”, les dice el maestro a los estudiantes.
Uno de los jóvenes le responde que “no le falte al respeto”, a lo que el docente le responde: “Este es mi salón, no tienes porqué abrir la puerta”, a lo que el alumno le repite que no le falte al respecto.
“¡Lárguese, lárguese!”, le grita el profesor a lo que el joven le responde que “no le ande gritando”, mientras el docente se mete al salón y cierra la puerta.