Habitantes y nahuablantes de la comunidad originaria de San Jerónimo Amanalco denunciaron que el Parque de los Ahuehuetes, un área con vestigios arqueológicos aún no explorados, está en riesgo de ser sepultado. Afirman que una construcción privada avanza en el lugar con la presunta complicidad del gobierno municipal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Desde 2006, la zona está catalogada como sitio arqueológico. Sin embargo, a lo largo de los años, el gobierno y el sector privado han presionado para la construcción de una calle, una plaza comercial y un deportivo. La edificación ya está avanzada, y los denunciantes temen que el patrimonio cultural sea sepultado.
Una lucha legal llena de obstáculos
Para frenar la construcción sobre el sitio que alberga el Acueducto del Rey Nezahualcóyotl, grupos protectores y ciudadanos han presentado dos amparos indirectos. Sin embargo, José Manuel Hermosillo, del despacho jurídico Artículo 27, advierte que la autoridad judicial "se ha escudado en formalismos para no intervenir", dificultando el acceso a la justicia.
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El primer amparo fue presentado por un 90% de ciudadanos nahuablantes, quienes se sienten como "un sonido mudo" al ver que sus llamados no son atendidos por las autoridades, declaró la maestra Alma, nahuablante de la comunidad. Este recurso legal se encuentra actualmente en un Tribunal Colegiado para definir la situación jurídica y de patrimonio cultural del parque.
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El segundo amparo fue turnado al Juzgado de Distrito Decimosegundo, con sede en Nezahualcóyotl, que se declaró incompetente el pasado 17 de septiembre. El abogado leyó un oficio del tribunal donde se justificaba la falta de insumos como "impresoras, fotocopiadoras, tóner, multifuncional", por lo que "se transite de manera total al expediente electrónico". Hermosillo reclamó que esta es una forma de vulnerar el acceso a la justicia.
"Ya no hay confianza de tocar la puerta del Poder Judicial, sabiendo que, lejos de poner en una balanza la vulneración de derechos, me hace trabajar doble o triple por formalismos", declaró el abogado.
El Parque de los Ahuehuetes: tesoro en peligro
El sitio, ubicado en la calle Romero, en la colonia La Conchita, muestra un panorama desolador: árboles que parecen muertos, cascajo, un deportivo y una plaza. Angélica Padilla, de la Red Ciudadana 56, informó que un dictamen biológico reveló que, de 25 árboles en la zona, 13 son ahuehuetes, de los cuales 10 están muertos. Además, se denuncian el uso de herbicidas que ponen en riesgo la vida de 25 especies de plantas, 15 de insectos y 25 de aves, además de las mascotas de los vecinos.
El historiador Gustavo Coronel Sánchez ha documentado que los ahuehuetes del parque podrían ser un "ecodato" del límite de los antiguos jardines que Nezahualcóyotl tenía al sureste de su recinto ceremonial.
Ernesto Sánchez, director de la página de Facebook "Texcoco en el Tiempo" y firmante del segundo amparo, advierte que esta es una de las pocas oportunidades para investigar y salvar los vestigios de la antigua ciudad. "No sabemos mucho de Texcoco gracias a que se han tomado malas decisiones", señaló, recordando que en el siglo XIX se derribó el Templo Mayor para construir una calle. Ahora, en pleno siglo XXI, la historia se repite.
Sánchez subraya que el rescate del parque no es solo un "capricho anacrónico, es un beneficio de identidad" que podría servir para la investigación y el turismo. La comunidad teme que sin la intervención del Poder Judicial y el INAH, a quienes se les ha notificado en varias ocasiones, el sitio termine sepultado.
El INAH y el gobierno se defienden
El gobierno municipal de Texcoco, informó que, en mayo pasado, el INAH emitió un dictamen a favor de los propietarios del terreno, confirmando que es una propiedad privada y que sus dueños están en su derecho de darle utilidad, siempre y cuando no se dañe el patrimonio arqueológico resguardado en el subsuelo.
Agregó que tras una reunión entre autoridades municipales y el INAH con organizaciones civiles, se estableció que el predio se ubica en las avenidas Nicolás Romero y Abasolo y que los vestigios virreinales existentes deben permanecer bajo tierra para su conservación. Hasta el momento de la publicación de esta nota, el INAH no ha emitido una respuesta oficial sobre el caso.
"Están sepultando nuestro pasado"
Para las comunidades originarias, la pérdida de estos vestigios representa un golpe a su identidad. La maestra Alma, nahuablante, destaca que la conservación del patrimonio cultural es un derecho reconocido por el Convenio 169 de la OIT, y considera una "atropeyo" que no se les haya tomado en cuenta.
Claudio Julio Herrera Ramírez, nahuablante nativo de Santa María Tecuanulco, expresa su tristeza: "¿Qué les podremos platicar a nuestros hijos de nuestro Huey Tlatoani (gran gobernante)? Es triste porque lo están sepultando prácticamente". Cástulo Acosta, también de Tecuanulco, acusa directamente al gobierno de solo interesarse en "llenar sus bolsillos de dinero".
El despacho Artículo 27 continuará la lucha por la vía legal para salvaguardar derechos fundamentales como:
El derecho a la cultura y a la vida en contextos urbanos.
El derecho intergeneracional a heredar un patrimonio vivo y protegido.
El derecho a un medio ambiente sano.
El derecho a disfrutar de la ciudad en condiciones equitativas y seguras.
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En contexto: Texcoco, ubicado en el Estado de México, fue uno de los tres estados que conformaban la Triple Alianza junto con Tenochtitlan y Tlacopan (hoy Tacuba) en el periodo Posclásico Tardío de Mesoamérica. Bajo el reinado de Nezahualcóyotl (1402-1472), fue un centro de gran desarrollo cultural, científico y arquitectónico. El rey poeta, como se le conocía, fue famoso por sus construcciones y jardines, como el de Tetzcotzinco, y por su avanzado sistema de ingeniería hidráulica que incluía presas y acueductos, uno de los cuales es el Acueducto del Rey. La ciudad prehispánica de Texcoco es un componente crucial para entender el poderío y la complejidad de la civilización mexica. A diferencia de Tenochtitlan, de la que se conoce mucho más, los vestigios de Texcoco son escasos y poco explorados debido al crecimiento urbano, por lo que su conservación es vital para la investigación histórica y la identidad de la región.
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