A las 00:15 de la madrugada, el sonido de la corneta rompió el silencio en el Campo Militar Número 1. La soldado de infantería Aranza Zúñiga, de 26 años, abrió los ojos, tendió su cama y comenzó a enfundarse en el uniforme verde olivo que, dice, “porta con orgullo”.
Botas, guantes, chaleco, casco. “Es lo máximo. Desde niña me llamó la atención. Se me enchina la piel”, cuenta a La Silla Rota mientras se acomoda el casco con la bandera de México.
Aranza forma parte del primer batallón de infantería integrado exclusivamente por mujeres en la historia de México, un grupo de 85 soldados que este martes 16 de septiembre desfilan por el Zócalo capitalino para conmemorar la Independencia.
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Su historia es también la de una tradición familiar. Su abuelo, su padre, sus hermanos y sus tíos han vestido el uniforme castrense.
Su padre, en particular, participó en cinco desfiles anteriores. Este año no marchará, pero verá a su hija desde detrás de las vallas en el Centro Histórico. “Es mi héroe”, dice Aranza. “Yo quería seguir la tradición. Ahora él me verá a mí. Es un orgullo”.
Marcha al Metro
El contingente salió del Campo Militar poco antes de las tres de la mañana rumbo a la estación Cuatro Caminos del Metro. Desde ese momento, las calles comenzaron a llenarse de familias que, aun con el sueño marcado en los ojos, aguardaban para saludar.
Algunas niñas vestían pequeños uniformes militares y levantaban la mano en señal de respeto.
A las 3:10, los vagones de la Línea 2 se llenaron de soldados, tenientes, sargentos y cadetes de distintas corporaciones: Ejército, Fuerza Aérea, Guardia Nacional.
En total, 16 mil elementos participarán en el desfile, de los cuales más de cuatro mil son mujeres, la cifra más alta en la historia de esta ceremonia.
“Nosotras sabemos que estamos marcando un precedente”, comenta Zúñiga, asignada actualmente al 11º Batallón de Infantería en Mérida, Yucatán. “Estamos abriendo camino para las que vienen detrás”.
A las 3:45, el convoy militar descendió en Pino Suárez. El grupo avanzó en formación rumbo a la calle Mesones, donde desayunaron a toda prisa antes de prepararse para la orden de salida. Entre bromas y nervios, ajustaron las correas, repasaron la alineación y aguardaron su turno en la columna que minutos más tarde recorrería el corazón de la capital.
El batallón femenino marchará entre columnas de infantería, caballería, blindados y aeronaves, en una conmemoración marcada por la presencia de la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien este año encabeza por primera vez el desfile.
Para Aranza, sin embargo, lo esencial ocurre en casa. “Cuando yo marche, voy a pensar en mi papá. Siempre lo admiré cuando lo veía salir al desfile. Hoy me toca a mí. Y eso es un sueño cumplido”.
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