Por más de 24 horas, Martín Núñez no se ha movido de la banqueta. Tiene 36 años y viste la misma pijama con la que salió corriendo de su casa, ubicada en la colonia Renovación, en la alcaldía Iztapalapa, después de que un socavón de 10 metros se abriera a unos centímetros de su hogar.
En el interior quedaron sus papeles, la pila de su camioneta y las herramientas con las que cada día consigue el sustento en los tianguis de Iztapalapa. “Sentimos cómo tronó la tierra, se escuchaba cómo se cimbraba. Vimos el camión caer, pero no pensábamos que iba a ser tanto despapaye”, dice en entrevista con La Silla Rota.
“Nos dijeron que no iba a pasar nada. Me confié, no sacamos nada, pensé que no pasaba nada. Ahora no tengo ni ropa para cambiarme ni cómo trabajar”, señala mientras observa, impotente, el cerco de seguridad que le impide regresar.
A unas casas de distancia, María de Jesús Nicolás García, de 32 años, cuenta que lo primero que pensó al sentir cómo vibraba la tierra fue en sus cuatro hijos.
“Sentíamos que temblaba. Los niños se espantaron y nuestra reacción fue sacarlos”, recuerda. Desde hace dos noches duerme en casa de una amiga. Perdió no sólo el techo que habitó por quince años, también el pequeño puesto de abarrotes con el que mantenía a la familia. “Queremos sacar documentos y dinero, lo demás puede esperar, pero no podemos arriesgar la vida.”
H2: La grieta que se convirtió en un socavón
Todo comenzó el 13 de septiembre, cuando un camión de refrescos fue tragado por un hueco que apareció en la intersección de avenida 5 y calle 4, colonia Renovación.
Lo que al inicio era un boquete se convirtió en un socavón de más de diez metros, cuya expansión obligó a evacuar a ocho familias: 27 personas en total, de las cuales 20 fueron trasladadas a un albergue junto con tres mascotas.
Las lluvias aceleraron la emergencia, dijeron las autoridades. En la estación Ejército de Oriente se registraron 20.25 milímetros de agua de lluvia en apenas 20 minutos, mientras que en toda la alcaldía se acumularon 2.16 millones de metros cúbicos de agua.
El reblandecimiento del suelo amplió la fractura del colector, de 2.44 metros de diámetro, que cruza la zona.
La vida suspendida
Martín, como otros vecinos, se salió por voluntad propia antes de la orden oficial. “En la noche se sentía cómo vibraba la tierra, se iba deslavando. Mi mamá me dijo: vámonos, y nos fuimos. Salí en pijama y así sigo”, explica.
Algunos se refugiaron con familiares; otros pasaron la noche en el albergue habilitado por la alcaldía.
La alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez Ruiz, detalló que los lotes afectados son el 8, 9 y 10. Los arrendatarios recibirán un apoyo de 4 mil pesos mensuales durante tres meses, además de la opción de hospedaje en hoteles mientras se libera el recurso.
“Los trabajos de reparación no durarán más de un mes”, aseguró.
Las obras incluyen la reparación del colector dañado, el relleno y compactación del terreno y la colocación de trabes para contener las viviendas. La Secretaría de Gestión Integral del Agua desplegó maquinaria pesada, grúas de hasta 120 toneladas y brigadas de ingenieros para estabilizar la zona.
De acuerdo con Alfonso de Jesús González May, director de Servicios Urbanos, la empresa que realiza los trabajos es la misma que atendió el socavón del Periférico.
Añadió que el agua que abrió el boquete es tanto pluvial como de drenaje y que, solo este año, Iztapalapa ha registrado 156 socavones, de los cuales 21 permanecen en atención.
“No queda más que esperar”
Para Martín, lo más urgente es recuperar la pila de su camioneta y sus herramientas. Para María, los documentos y el sustento de su familia. Aunque ambos esperan regresar a sus hogares lo más pronto posible.
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Las autoridades prometen que en semanas el colector quedará reparado, pero los vecinos señalan que esta situación no es nueva y recuerdan que en la colonia Renovación los socavones son comunes y tardan en repararse hasta más de un año.
