Fernanda, emprendedora de 34 años, abrió hace casi un año un pequeño bar en la colonia Narvarte Poniente. Al firmar el contrato de arrendamiento, el dueño del local le aseguró que el establecimiento contaba con uso de suelo para la venta de alcohol y así lo indicaba el contrato. Sin embargo, hace unas semanas, el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) clausuró el local por no contar con el permiso adecuado para la venta de bebidas alcohólicas.
Hoy, Fernanda enfrenta una multa de más de 30 mil pesos y lleva más de un mes con el local cerrado, adaptando su negocio a entregas a domicilio a través de plataformas digitales.
Este caso, lejos de ser aislado, refleja una problemática común para quienes buscan emprender en la capital: La falta de certeza sobre el uso de suelo y permisos necesarios para operar legalmente.
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Clausuras en aumento: ¿por qué el INVEA está cerrando más negocios?
En entrevista con La Silla Rota, Jorge Esquinca, titular de INVEA confirmó que las verificaciones se han intensificado desde el inicio de 2025. A julio de este año, el instituto ha recibido cerca de 3 mil denuncias vecinales, la mayoría relacionadas con establecimientos mercantiles, transporte y obras.
Las inspecciones, explicó, se derivan de denuncias ciudadanas presentadas a través de canales como el Zócalo Ciudadano, el programa Casa por Casa, redes sociales y correo electrónico.
Aunque no todas las denuncias derivan en sanciones, al menos 850 negocios han sido suspendidos este año. De ellos, menos de 200 siguen cerrados; el resto ha logrado regularizar su situación y reabrir.
¿Qué aspectos deben revisarse antes de rentar un local comercial?
La principal recomendación del INVEA para quienes buscan emprender en la capital es verificar personalmente el uso de suelo del local, antes de firmar cualquier contrato.
Y si bien un contrato de arrendamiento puede señalar que se permite determinada actividad, esto no sustituye un dictamen oficial. “Lo ideal sería que solicitaran el uso de suelo antes de firmar un contrato”, enfatiza el funcionario.
Otro factor que muchos ignoran al rentar un local es su historial legal. Hay locales con antecedentes de suspensión o clausura por ilícitos y esto puede acarrear problemas al nuevo arrendatario, incluso si el giro es distinto.
“Cuando llegan, aunque sea otro giro, nosotros tenemos una suspensión abierta en ese sentido”, advierte Esquinca.
El INVEA recomienda además verificar si el inmueble tiene adeudos de agua, luz o multas anteriores.
¿Qué más se debe revisar antes de rentar un local comercial?
- Uso de suelo: Este documento lo otorga la Secretaría de Reordenamiento Territorial y Metropolitano (Metrópolis). Determina qué actividades comerciales o de servicios están permitidas en una zona específica.
- Adeudos y antecedentes: Es esencial comprobar que el local no tenga adeudos de servicios básicos como agua o luz, ni antecedentes de ilícitos o clausuras previas, pues estas situaciones pueden afectar la apertura o continuidad del negocio.
- Permisos y licencias vigentes: No basta con que el contrato diga que el local tiene permisos; es imprescindible solicitar y verificar físicamente los documentos oficiales, en especial cuando se trata de giros regulados como la venta de alcohol.
- Nivel de ruido permitido y horarios: En zonas habitacionales se aplican restricciones para evitar molestias a vecinos, lo que puede impactar la operación del negocio.
- Capacidad máxima del establecimiento: El aforo debe respetarse para garantizar la seguridad de clientes y evitar sanciones.
Principales causas de suspensión y clausura en negocios
Jorge Esquinca explica que las inspecciones del INVEA han detectado tres motivos principales que llevan a suspensiones o clausuras en establecimientos mercantiles. El primero, y más grave, es la venta de alcohol a menores.
El segundo motivo es el exceso de aforo. “Muchas veces los negocios sobrepasan la capacidad permitida, lo que genera un riesgo para los clientes y puede derivar en sanciones”. Mientras que el tercer motivo recurrente tiene que ver con el ruido excesivo o el incumplimiento de los horarios autorizados.
Además, se ha observado un aumento de los llamados negocios de “chelerías”, pequeños establecimientos que venden cerveza y bebidas alcohólicas a bajo costo, muchas veces sin alimentos y ubicados cerca de escuelas.
Multas y proceso para regularizar un establecimiento
Cuando el INVEA detecta alguna irregularidad, el proceso inicia con una suspensión temporal del negocio y la notificación para que el responsable corrija las anomalías. “Se otorgan diez días hábiles para que el establecimiento pueda acercarse al instituto y presentar la documentación necesaria o realizar los ajustes requeridos,” dice.
Si en ese plazo no se atienden las observaciones, el negocio puede enfrentar una clausura definitiva y multas que pueden superar los 30 mil pesos, como en el caso de Fernanda.
Sin embargo, el titular del INVEA subraya que “el objetivo no es clausurar, sino lograr que los negocios se regularicen y operen conforme a la ley para garantizar la seguridad de la ciudad y sus habitantes.”
Alerta contra “coyotes”
Esquinca advierte sobre la existencia de personas que, aprovechando el desconocimiento de los comerciantes, se ofrecen a “arreglar” suspensiones o levantar sellos a cambio de dinero. “Estos intermediarios, conocidos como ‘coyotes’, actúan fuera de la ley y generan un quebrantamiento de los sellos que nosotros colocamos,” señala.
Esta práctica no solo es ilegal, sino que empeora la situación de los negocios, ya que tras la acción irregular el INVEA realiza nuevas verificaciones que pueden derivar en clausuras definitivas y denuncias penales contra quienes acceden a estas ofertas.
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gph