El pasado viernes 25 de julio de 2025, la estatua del expresidente Felipe Calderón Hinojosa fue derribada en el Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México. La causa de este suceso fue una tormenta que azotó la capital, provocando la caída de un árbol que, de forma colateral, tumbó la figura de bronce.
Visitantes del Complejo Cultural Los Pinos notaron la ausencia de la escultura de Calderón durante el último fin de semana. Su ubicación original, entre las estatuas de Vicente Fox y Enrique Peña Nieto, ahora muestra un hueco con su base cubierta por un plástico negro. Imágenes muestran la estatua tirada en el lugar, también tapada con plástico negro.
La Secretaría de Cultura confirmó el incidente e informó que la Dirección del Complejo Cultural y el área de Recursos Materiales de la dependencia resguardaron la escultura de bronce para evaluar los posibles daños estructurales. Entre las afectaciones detectadas se incluyen una pierna fracturada y daños en la base donde estaba colocada. La decisión final sobre su reinstalación o restauración dependerá del resultado de este análisis técnico, que se espera para los próximos días.
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La Calzada de los Presidentes
Contexto: La Calzada de los Presidentes es una vía emblemática ubicada dentro del Complejo Cultural Los Pinos, que anteriormente fue la Residencia Oficial de Los Pinos. Este "camino histórico" conecta la entrada principal de la residencia con la Casa Miguel Alemán, la residencia principal del complejo.
Aunque Lázaro Cárdenas fue el primer presidente en habitar Los Pinos en 1935, la Calzada de los Presidentes no fue construida sino hasta la década de 1940, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho. tras el paso de los años se consolidó como escenario de numerosos eventos históricos, desfiles militares, ceremonias de Estado y actividades recreativas para los visitantes actuales.
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Esta calzada es un símbolo de poder y prestigio, pero también es objeto de controversia y debate debido a que exhibe bustos de expresidentes de México. La tradición de colocar estatuas de los mandatarios que habitaron Los Pinos se inauguró durante el gobierno de José López Portillo. En ese momento, se instalaron ocho estatuas de bronce. Posteriormente, la Presidencia de la República continuó esta costumbre.
En total, la Calzada de los Presidentes alberga los bustos de los 14 mandatarios que habitaron el complejo hasta 2018:
- Lázaro Cárdenas del Río (1935-1940)
- Manuel Ávila Camacho (1940-1946)
- Miguel Alemán Valdés (1946-1952)
- Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958)
- Adolfo López Mateos (1958-1964)
- Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970)
- Luis Echeverría Álvarez (1970-1976)
- José López Portillo (1976-1982)
- Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988)
- Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)
- Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000)
- Vicente Fox Quesada (2000-2006)
- Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)
- Enrique Peña Nieto (2012-2018)
La estatua de Felipe Calderón
La estatua de Felipe Calderón, que ahora se encuentra dañada, fue colocada el 1 de diciembre de 2012, como uno de los últimos actos de su gobierno panista. Fue elaborada por el escultor Ricardo Ponzanelli, quien también se encargó de las esculturas de Vicente Fox y Ernesto Zedillo.
El costo del monumento de Calderón superó el medio millón de pesos. La escultura, de 2.20 metros de altura y hecha de bronce forjado, representa a Calderón vestido de traje, portando la banda presidencial, sonriente y con las manos cruzadas. Su adquisición fue justificada para "dejar constancia histórica" de su presidencia y ser integrada al acervo de monumentos.
Además de la Calzada de los Presidentes, Los Pinos también cuenta con la Calzada de la Democracia, que rinde homenaje a personajes del siglo XX que lucharon por la democracia, y esculturas de figuras históricas como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Melchor Ocampo y Lerdo de Tejada.
La postura de AMLO y la controversia de su propia estatua
El expresidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), decidió no vivir en Los Pinos tras llegar al poder en diciembre de 2018, y en su lugar, se trasladó a Palacio Nacional. Una de sus primeras acciones fue abrir Los Pinos al público, convirtiéndolo en un espacio cultural. Como resultado, AMLO no cuenta con una estatua en la Calzada de los Presidentes.
En marzo de 2024, López Obrador fue cuestionado sobre si estaría dispuesto a realizar una encuesta para decidir si la estatua de Felipe Calderón debía ser removida. El presidente respondió que no lo creía necesario, que "no ayudaría en nada" y que "la historia va a juzgarnos a todos".
Aunque AMLO no tiene una efigie en Los Pinos, hubo una ocasión en que se erigió un monumento en su honor en Atlacomulco, Estado de México, una región históricamente vinculada a priistas. A finales de diciembre de 2021, se develó una escultura de AMLO de 1.80 metros de altura, elaborada con cantera rosa por artesanos de Michoacán, con un costo estimado de 50 mil pesos.
La obra fue una "donación al municipio" financiada personalmente por Roberto Téllez Monroy, entonces alcalde de Atlacomulco, quien buscaba dejar una huella de su gestión. Sin embargo, esta estatua tuvo una vida efímera, durando apenas tres días en pie.
Durante la madrugada del 1 de enero de 2022, la escultura fue derribada y destruida por personas no identificadas, coincidiendo con el cambio de gobierno municipal. La cabeza y las piernas de la estatua desaparecieron, y aunque se presentó una denuncia por vandalismo, la investigación quedó paralizada.
El propio Felipe Calderón sugirió que la destrucción ejemplificaba el significado de la Cuarta Transformación de López Obrador. A pesar de esta controversia, López Obrador ha reiterado en diversas ocasiones su postura de no erigir monumentos en su honor y su desagrado por el "culto a la personalidad", señalando que no le gustaría tener calles o barrios nombrados con su nombre.
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¿Por qué es relevante el tema?
La caída de la estatua de Felipe Calderón en Los Pinos es relevante porque involucra un símbolo físico de la memoria presidencial mexicana dentro de un espacio cultural emblemático. Aunque el incidente fue ocasionado por causas naturales, genera un debate en torno a la permanencia y representación de los expresidentes en la vida pública.
La figura de Calderón, como la de otros mandatarios, forma parte del relato oficial del poder en México. Además, ocurre en un contexto donde el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha cuestionado el culto a la personalidad y ha optado por no colocar su propia efigie.
El evento reactiva discusiones históricas, políticas y sociales sobre cómo debe recordarse a los exmandatarios, qué figuras deben ocupar espacios públicos y bajo qué criterios. También recuerda casos similares, como la estatua de AMLO derribada en Atlacomulco, reforzando el mensaje de que los símbolos políticos siguen siendo objeto de disputa en el México contemporáneo.
VGB