La policía de la Ciudad de México no intervino para evitar que encapuchados destrozaran la fachada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) y la librería Julio Torri tras la marcha contra la gentrificación porque su ingreso al campus de la UNAM habría entrañado más riesgos, dijo el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Pablo Vázquez.
Dos días después de la marcha en la que se vandalizaron instalaciones de la Línea 1 del Metrobús, Vázquez dijo en conferencia de prensa que las autoridades sólo pueden entrar a instalaciones de la UNAM a petición de las autoridades universitarias.
“El ingreso de la policía solo se podría dar si es mandatado por una autoridad competente, se podría dar si es solicitado por las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México o si existiera un riesgo elevado”, dijo.
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De acuerdo con el jefe de la policía, en las manifestaciones se evalúa si esta pone en riesgo la paz pública o la integridad de las personas; si es así, los agentes de la SSPC intervienen, de lo contrario, como sucedió el domingo, se privilegia el “derecho a la manifestación”.
Pablo Vázquez dijo que durante la manifestación se privilegió la libertad de manifestación de quienes protestan contra la gentrificación.
“Fue una marcha mayoritariamente pacífica, que no tuvo mayores repercusiones en la vía pública privilegiando el derecho a manifestarse de la gran mayoría de las personas que se dieron cita para movilizarse por esta causa”, dijo el funcionario.
CONTEXTO
El domingo se llevó a cabo la segunda marcha contra la gentrificación en la CDMX. Personas que rechazan el desplazamiento de inquilinos de viviendas que se rentan en plataformas como Airbnb, o que son ocupadas por extranjeros que pueden pagar rentas más elevadas.
El contingente partió de la estación Fuentes Brotantes de la Línea 1 del Metrobús en camino a El Caminero, cerca del entronque de avenida de los Insurgentes y calzada de Tlalpan en dirección a la autopista México-Cuernavaca.
La marcha terminó hacia las siete de la noche cuando un grupo de manifestantes del llamado Bloque Negro y otros ingresaron a Ciudad Universitaria y rompieron los cristales de la fachada del MUAC y pintaron los muros de los edificios cercanos en los que dejaron frases como "el MUAC está lleno de blancos".
La UNAM condenó los hechos que calificó como "destrucción y saqueo" ocurridos en el Centro Cultural Universitario y anunció que presentaría una denuncia por los daños causados casetas de vigilancia, las instalaciones del Museo y la librería Julio Torri, "instalaciones emblemáticas que promueven la reflexión, el arte y la literatura".
jcm