Desde su bicitaxi, don José Luis, de 68 años, recuerda cómo quedó atrapado la semana pasada en la calle 51 del fraccionamiento Rancho San Blas en Cuautitlán, Estado de México. “Me quedé por ahí... el agua no dejaba avanzar”, comenta a La Silla Rota mientras pedalea despacio sobre el asfalto todavía húmedo. El recorrido que usualmente hace en cinco minutos, lo duplicó por las afectaciones.
El agua que inundó esta zona alcanzó los 80 centímetros en algunas calles como la 53, imposibilitando el tránsito incluso de vehículos. El problema, afirman los vecinos, fue la falla en el cárcamo de desalojo, que dejó de funcionar por falta de energía eléctrica en pleno temporal.
“Perdimos todo”: testimonios tras la inundación
Laidy, joven vecina de la primera sección de San Blas, muestra un letrero que dice “casa afectada” en la fachada. “Perdimos todos los muebles de la parte baja”. Asegura que el único apoyo recibido fue una escoba, jabón, una cubeta y cloro, entregados al día siguiente de la contingencia. "Ni siquiera nos han preguntado qué necesitamos o qué perdimos", lamenta.
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Ocho días después, el lodo y los charcos siguen presentes. Las imágenes de enseres amontonados y casas marcadas con letreros de "afectado" reflejan el abandono que perciben los habitantes.
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Infraestructura insuficiente y falta de planeación
Las lluvias de julio evidenciaron las deficiencias estructurales de Cuautitlán, donde el rápido crecimiento urbano y la falta de planeación han convertido a zonas residenciales como San Blas en puntos críticos de inundación.
Según autoridades, el problema está vinculado al crecimiento desmedido de parques industriales y bodegas, lo que ha reducido drásticamente las zonas naturales de escurrimiento.
Programa de emergencias, pero sin ayuda inmediata
El Cabildo de Cuautitlán aprobó esta semana el Programa Social Municipal de Atención a Emergencias y Desastres Naturales 2025, una iniciativa que busca responder ante contingencias por fenómenos naturales y riesgos urbanos.
La alcaldesa Juanita Carrillo afirmó que el programa es un paso para proteger a las familias. “Las emergencias no avisan, y con ello estamos decididos a prevenir, actuar y proteger a nuestra gente”, expresó durante la sesión de Cabildo.
Sin embargo, el programa no cuenta aún con un monto definido, ni se ha activado retroactivamente para los damnificados actuales. A lo que los vecinos de San Blas dicen que las promesas no resuelven las pérdidas de esta semana.
Otra inundación en San Blas
En contexto: el fraccionamiento Rancho San Blas en junio del 2024 también registró una inundación debió al desbordamiento del Rio chico y el colapso de los sistemas de drenaje. En aquella ocasión, más de 30 viviendas fueron dañadas por el ingreso de agua, principalmente en las secciones 1 y 2.
Los vecinos denunciaron que las bombas de desalojo no funcionaron a tiempo y que no hubo acciones preventivas por parte del municipio, a pesar de los pronósticos de lluvias intensas.
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En esta zona el Río Chico es un canal que se vio reducido en su anchura, ya que un CEDIS de Mercado Libre invadió terreno del canal reduciendo su capacidad, lo que incrementa riesgos de desbordamiento.
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