Lo que alguna vez fue un encuentro esporádico, hoy se ha convertido en una realidad más cotidiana para los habitantes del Valle de México: la presencia de serpientes en sus patios, jardines e incluso dentro de sus hogares.
Este fenómeno, impulsado por la expansión de las zonas urbanas hacia los hábitats naturales, está desafiando la coexistencia entre humanos y fauna silvestre, obligando a las autoridades a desarrollar nuevas estrategias de respuesta y concientización.
En el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, este suceso cobra especial relevancia. Con un territorio de 88.9 kilómetros cuadrados, sus áreas verdes se concentran prominentemente al sur, en la denominada Zona Esmeralda. Aquí, una docena de fraccionamientos, inmersos entre bosques de encinos y coníferas, comparten espacio con una diversidad de fauna. Es en este entorno donde los reportes de avistamientos de serpientes han proliferado.
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El coordinador de Protección Civil, Bomberos y Medio Ambiente de Atizapán de Zaragoza, Héctor Elorriaga Mejía, confirma la tendencia. "Normalmente nos llaman en el caso de serpientes en zonas que colindan con cerros, por ejemplo, en Lomas de Atizapán, Las Alamedas y Zona Esmeralda".
Más de 50 serpientes capturadas
En lo que va del año, los equipos de emergencia han logrado reubicar a más de 50 reptiles de especies no venenosas, como la culebra rayada, las culebras de río y, en particular, el popular "sincuate" o serpiente chirrionera. Estos ejemplares han sido trasladados a la Zona de Reserva Natural Espíritu Santo, para devolverlos a su hábitat natural.
Sin embargo, también se reporta la aparición de especies venenosas. Tres ejemplares de víbora de cascabel han sido rescatados en las inmediaciones de fraccionamientos como Chiluca, Valle Escondido y Condado de Sayavedra, han sido entregados a la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF).
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Coexistencia en la frontera urbana
La señora Martha Gloria Santos, residente en Lomas de Atizapán, solicitó el apoyo de protección civil cuando una víbora sincuate ingresó a su patio. Especialistas en manejo de reptiles acudieron al lugar, capturaron al animal sin incidentes y lo contuvieron para su posterior reubicación.
"Plan Emergente por la Recuperación del Agua" que incluye el combate al huachicoleo, reparaciones en pozos y la mejora de la infraestructura hidráulica. Sin embargo, la magnitud del problema sugiere que será un desafío considerable.
"Plan Emergente por la Recuperación del Agua" que incluye el combate al huachicoleo, reparaciones en pozos y la mejora de la infraestructura hidráulica. Sin embargo, la magnitud del problema sugiere que será un desafío considerable.
El biólogo Víctor Ávila Akerberg, quien ha dedicado años a documentar la flora y fauna del Bosque de Agua y la reserva ecológica Espíritu Santo, ha confirmado la existencia de dos tipos de víboras de cascabel en las inmediaciones de estos bosques: la Cascabel Ocelada y la diamantada. Ambas especies están protegidas bajo la norma NOM-059-SEMARNAT-2010.
Para Norma Fajardo, representante de colonos de Condado de Sayavedra, la presencia de estos animales es una constante. Explicó que las casas en su comunidad están "prácticamente entre los bosques", por lo que no es inusual ver serpientes, cacomixtles, ardillas y diversas aves ingresando a las propiedades. De hecho, mencionó un caso reciente de una víbora de cascabel que fue rescatada por bomberos y personal de protección civil en su fraccionamiento.
Capacitación para un manejo seguro y responsable
Ante la frecuencia de estos reportes, en noviembre del año anterior, el personal de Protección Civil y Bomberos de Atizapán recibió una capacitación especializada por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El capitán Miguel Ángel Román, subdirector de bomberos de Atizapán de Zaragoza, destacó la importancia de este entrenamiento. "Esta capacitación es necesaria, porque hemos tenido ya captura de animales como víboras de cascabel, ataque de abejas a personas y animales y presencia de alacranes".
Su objetivo principal es asegurar la contención y captura de los animales para su posterior reubicación en un área de conservación adecuada. "No hay que matarlos, ni tocarlos, nosotros hacemos la captura y contención para reestablecerlos en su ecosistema", aseguró el subdirector de bomberos, subrayando el enfoque de conservación que guía sus operaciones.
Un fenómeno generalizado y sus repercusiones en la salud
La emergencia de serpientes en zonas urbanas no es un problema aislado de Atizapán. Reportes de serpientes tipo sincuate también han surgido en municipios como Coyotepec, Tepotzotlán, Ecatepec, Naucalpan y Huixquilucan.
En Coyotepec, una serpiente de más de dos metros fue localizada en el patio de una casa tras un aguacero, replicando un incidente similar en Ecatepec, cerca de la Sierra de Guadalupe.
Las víboras de cascabel, por su parte, han sido detectadas en otras áreas del Estado de México, incluyendo la Sierra de Guadalupe, Isidro Fabela, Villa del Carbón y Jilotzingo.
Edomex 2° lugar de atenciones por mordedura de serpiente
En contexto, de acuerdo con el boletín epidemiológico del gobierno de México, el Estado de México se encuentra en el segundo sitio a nivel nacional con el mayor registro de atenciones médicas derivadas de mordeduras de serpientes. Desde enero de este año a la fecha, 27 pacientes han requerido atención en unidades médicas o centros de salud por mordeduras de reptiles.
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Relevancia del tema de serpientes en el Valle de México
La creciente urbanización y la alteración de los ecosistemas naturales están redefiniendo la relación entre las comunidades y la fauna silvestre en el Valle de México. La capacitación de los equipos de emergencia y la concientización ciudadana se vuelven herramientas indispensables para navegar esta nueva realidad, buscando un equilibrio que garantice tanto la seguridad de los habitantes como la preservación de la vida silvestre.
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