Escaleras hundidas, elevadores sin funcionar, estructuras parchadas con láminas, accesos cerrados y vibración en el andén cada que un tren ingresa a las estaciones; estas son las condiciones en las que se encuentra la Línea B del Metro, que entre enero y marzo de este año transportó a 30 millones de usuarios.
Durante un recorrido por la Línea B, La Silla Rota encontró que las estaciones Impulsora, Río de los Remedios y Múzquiz son las que tienen más problemas.
En esas estaciones es posible apreciar parches de lámina en estructuras que se separan. Guadalupe, una vendedora de 45 años, quien desde hace 10 vende en un paso peatonal techado de la estación Impulsora, relata que trabaja con miedo por los daños que se ven a simple vista, como las filtraciones de agua a través del techo.
Te podría interesar
Guadalupe accedió a hablar con La Silla Rota con la condición de que no le tomaran fotos; ella mostró uno de los accesos, cerrado desde hace más de un año porque las escaleras se hundieron.
La vendedora señala que es común ver a personal del Metro tomando fotos de las fallas y desperfectos en la estructura, pero los desperfectos siguen ahí sin reparación.
“He visto a personas de la tercera edad caerse por las escaleras hundidas. Ellos (personal del Metro) vienen, sacan fotos y se van; no creo que nada más sea aquí, creo que son todas las estaciones de la Línea B”, dijo.
Se solicitó al Sistema de Transporte Colectivo (STC) comentarios sobre los problemas detectados pero el área de comunicación no respondió a la petición.
Cada que pasa el Metro tiembla la estación
Durante el recorrido se comprobó que el piso de las estaciones vibra cada que llega un tren al andén, en especial las elevadas, que van de Oceanía a San Lázaro, este movimiento provoca que se cimbren las láminas que colocaron para mantener unidas las estructuras.
El urbanista y especialista en transporte público Roberto Remes explicó que esa vibración y la separación en las estructuras que se aprecia en pasillos y escaleras se debe a que toda la Línea B se construyó en las zonas en las que se encontraba el Lago de Texcoco y por lo tanto se hunde unos cuantos centímetros al año, esto lo resienten las estaciones, ya que no cuentan con cimientos flexibles que se amolden y resistan los hundimientos del suelo.
Remes explicó que las vibraciones se deben a que las estaciones absorben las vibraciones; en sí esto no supone un peligro de caída de la estación, pero sí podría debilitar la estructura al grado de potenciar su deterioro.
“Las estructuras que están sujetas a mayor de vibraciones sufren un desgaste mayor, si no atiendes estos desgastes estás acortando la vida útil de la de la estructura, sean los puentes de acceso, de la estación misma o lo que sea”, explicó Remes.
Joven con achaques
Remes considera que una de las explicaciones del deterioro de la Línea B es que desde su inauguración en noviembre del 2000 los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México no quieren hacerse responsables presupuestalmente de su mantenimiento.
“La Línea B siempre fue el patito feo de la red. De origen el gobierno de la Ciudad de México no quería atenderla, le mandaron los trenes más viejos e ignoraron las necesidades estructurales y situaciones presupuestales que vive el Estado de México”.
Este abandono es evidente los usuarios que usan la Línea B para ir a sus trabajos, escuelas y hogares; ellos se arriesgan a torcerse un tobillo por tropezar con una lámina que cubre un hueco o a romperse un brazo al resbalar en las escaleras que por estar hundida perdieron nivelación.
Contexto: El 24 de abril se abrieron cuatro estaciones de la Línea 1, Cuauhtémoc, Insurgentes, Sevilla y Chapultepec, que se cerraron para la renovación desde octubre de 2023.
Aún falta la apertura de las estaciones Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio, que será el punto de conexión con el tren Insurgente, que sale de Toluca hacia la Ciudad de México.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Autoridades dijeron que una vez concluida la obra en la Línea 1 se emprenderá la renovación de la Línea 3, que en 2024 transportó a 172 millones de usuarios, sin embargo, la fecha aún no se define y, de acuerdo con información del gobierno de la ciudad, aún no se asignan los estudios necesarios para emprender la renovación.