En este periodo de Semana Santa, algunas familias, residentes de Atizapán, Estado de México, acuden a pescar a la presa Madín, a pesar de que investigaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han alertado que el cauce está contaminado con metales pesados y otras sustancias nocivas que aceleran el proceso de envejecimiento celular y algunas enfermedades.
Al acudir al punto, La Silla Rota encontró a la joven Andrea, quien acudió con su familia como parte de sus actividades recreativas de Semana Santa.
Andrea realizó su primera pesca en la presa Madín, con una caña ordinaria a la que le puso como carnada un pedazo de tortilla en el anzuelo, logró sacar del agua a una carpa de casi medio kilo.
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“Mira mamá es mi primera pesca, qué emoción”, decía la joven al presumir el resultado de su pesca a su madre, quien estaba a unos diez metros sobre la orilla de la presa.
En 2024 investigadoras del IPN informaron resultados de estudio
En contexto, el 26 de agosto de 2024, las investigadoras del IPN, Marcela Galar Martínez y Karina Ruiz Lara, dieron a conocer los resultados de estudios realizados en el Laboratorio de Toxicología Acuática del IPN y de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.
Informaron a los vecinos de Nuevo Madín, la comunidad más cercana a la presa Madín, que los resultados establecen que en el cauce donde la joven hizo su primera pesca, se encuentra contaminado con metales pesados en proporciones por encima de los estándares normales.
De acuerdo con las investigadoras en el agua de la presa Madín hay contenidos disueltos de medicamentos, además de metales pesados que son dañinos a la salud de las personas.
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Notaron cambios genéticos en los peces
Las académicas e investigadoras del IPN señalaron en su reporte que notaron cambios genéticos en los peces, principalmente en pulmones y cerebro; además de daño a las moléculas más importantes que son las proteínas, los lípidos de la membrana y el material genético.
En 2021 se registró muerte masiva de peces
La presa Madín se ubica en terrenos de Atizapán de Zaragoza y divide a los pueblos de Madín Viejo y Madín Nuevo, es un cuerpo de agua que se alimenta de los ríos San Javier, San Juan y San Luis que procede de Santa Ana Jilotzingo.
Derivado de su contaminación la Comisión de Cuenca de la Presa Madín, reportó en 2021 la muerte masiva de peces, algunos de los cuales fueron revisados científicamente encontrando en ellos cambios genéticos.
Solicitaron declaratoria de Santuario del Agua y Forestal
Xiomara Trujillo, integrante de la Comisión de Cuenca informó que con las pruebas acudieron a la Legislatura del Estado de México y aun cuando se propuso hacer un exhorto al gobierno de México para que declarara a la presa Madín como Santuario del Agua y Forestal, a la fecha no hay avances.
Refirió que con la declaratoria se podría eliminar la posibilidad de que los fraccionadores continúen construyendo casas en el entorno de la presa, como ocurre con Terralago y Lago Esmeralda, entre otros.
Tampoco se ha avanzado en los trabajos relacionados con la resolución del ingreso de contaminantes a la presa, ya que permanecen al menos 14 fuentes de descarga de aguas residuales de fraccionamientos de la región, los cuales no han sido atendidos a la fecha, explicó Xiomara.
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A pesar de los estudios, los pobladores acuden en periodos de vacaciones o fines de semana a la presa Madín para pescar, principalmente carpas, sin que haya restricciones o avisos que prohíban esa actividad.
