Una mujer que camina sobre la calle Jesús María, en el Centro Histórico, ve la figura de la Santa Muerte colocada en la esquina de Corregidora y se detiene frente a ella. Parece orar, moja sus dedos con el agua que está en las copas a un lado de la figura, se persigna y se retira entre la multitud del Centro Histórico. En la acera de en frente, un hombre se detiene, toca una figura de San Judas Tadeo mientras agacha la cabeza orando para luego seguir su camino.
Desde las 9 de la mañana, los propietarios de un negocio de ropa para mujer colocan dos figuras en la esquina de las calles Jesús María y Corregidora del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Origen desconocido
Los trabajadores informan que la dueña de la tienda es también quien posee las figuras de la Santa Muerte y la de San Judas Tadeo, pero desconocen el motivo que lleva a colocarlas todas las mañanas en una zona tan transitada como la esquina de Jesús María y Corregidora, atrás de Palacio Nacional y en los límites del Centro Histórico con Mixcalco.
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Ambas figuras están colocadas sobre una mesa y al frente tiene una caja para las donaciones de los devotos.
Una mañana entre semana, ambas figuras reciben donaciones de algunas pocas personas que por allí pasan.
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Al preguntar por las donaciones a la empleada de la tienda de ropa, en ausencia de la dueña, dice desconocer que hacen con ellas.
“Eso sí no sabría decirte, las cosas que le traje, como botellas o lo que pagan los que hacen mandas allí se pone, del dinero desconozco”, dice la empleada de la tienda de ropa.
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Si bien, las dos figuras reciben donaciones; es mayor el número de personas que se detienen frente a la Santa Muerte, ya sea para orar, estrechar su mano o sólo mirarla.
Del otro lado de la acera, un trabajador de uno de los negocios de la zona de detiene y toca la figura de San Judas, reza algo rápidamente y luego sigue su camino empujando un diablo sin mercancía.
"Pasa uno a saludarlo y darle gracias, cuando paso por aquí siempre me detengo y doy gracias", dice el 'diablero', sin detener su camino.
La mujer que se detuvo a orar frente a la Santa Muerte dice que da las gracias por no 'pasar por ella'.
"Nada más le agradecí, le dije que espero que no me lleve pronto y que me cuide", explica la mujer que parece estar de compra en la zona.
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Los encargados de las figuras de San Judas Tadeo y la Santa Muerte las colocan los siete días de la semana desde las 9 horas hasta aproximadamente las seis de la tarde que cierran el negocio y guardan las figuras.