A 60 años de la creación del conjunto habitacional de Tlatelolco, los grupos criminales La Unión Tepito, Anti-Unión y algunos conformados por colombianos y venezolanos, han sembrado el temor entre los habitantes, a quienes buscan despojar de sus departamentos en venta o abandonados, además de controlar la venta de drogas dentro de los inmuebles.
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De acuerdo con vecinos de la zona, estas organizaciones delictivas han puesto la mira en departamentos deshabitados o habitados por adultos mayores, especialmente en las torres Ignacio Ramírez, Allende, Zacatecas y San Luis Potosí.
"Estén atentos, mantengan siempre la puerta CERRADA del zaguán. El grupo delictivo de la Unión Tepito y Anti-unión están invadiendo predios y vecindades para puntos de venta de droga, el cobro por protección o piso. Y no es que no quieran, amenazan e ingresan a las viviendas obligando a los condóminos a cooperar y si no te obligan a cooperar y te amenazan de muerte si no cooperas con ellos", se lee en un comunicado de los vecinos de Tlatelolco.
El modus operandi
Además, los vecinos alertan sobre falsos empleados de los programas del Bienestar y policías que buscan aprovecharse de los adultos mayores. En un aviso impreso y pegado en varias zonas de Tlatelolco, denunciaron que "estamos solos y la policía está comprada por los grupos delictivos".
"Hay muchos foráneos de Venezuela o Colombia que se dedican a extorsionar cerca de aquí. No confíen en nadie de ellos. Hay personas que se hacen pasar por los del Bienestar y pueden aprovecharse de los viejitos que viven en el 4 con sus tarjetas. Policías disque de investigación igual trabajan del mismo modo, se disfrazan. Comentan que el que entrega el agua ya tiene llave ¿Quién se la dio? Quien sabe".
En noviembre, vecinos contaron a La Silla Rota que es común ver desconocidos ingresar a los edificios con el pretexto de buscar a alguien o fingiendo ser residentes. Otros tocan los timbres para verificar si los departamentos están ocupados, lo que hace suponer que intentan invadirlos.
Tlatelolco invadido por vendedores de drogas
El 16 de noviembre de 2024, los hermanos Andrés y Carlos intentaron tomar por la fuerza un departamento en el piso 11 del edificio Ignacio Ramírez, en Tlatelolco. Atacaron al inquilino y, al verse acorralados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), incendiaron el lugar.
El propietario, un hombre de 34 años, sufrió heridas en las manos y relató a los oficiales que los agresores lo atacaron con navajas para desalojarlo y ocupar la vivienda.
Aunque los hermanos, de 39 y 40 años, fueron detenidos tras herir al hombre y a un policía que acudió en su auxilio, los vecinos temen que los delincuentes regresen. "Es mejor cerrar siempre el zaguán y cuidar que no entre nadie extraño", advierten.
El deterioro que está acabando con Tlatelolco
A esto se suma el deterioro de los antiguos edificios, cuyas fallas en las instalaciones eléctricas han provocado al menos dos incendios por cortocircuitos, dejando construcciones enteras en la oscuridad. En 2023, un incendio afectó el edificio Yucatán, mientras que en 2019, otro en el edificio Zacatecas dejó un saldo de una persona fallecida y más de 300 evacuados.
Mientras tanto, el hospital del ISSSTE "Dr. Gonzalo Castañeda" sigue abandonado desde hace 13 años, y las ruinas del Cine Tlatelolco, desocupadas desde el inicio del siglo, se han convertido en otros dos puntos críticos de la unidad, donde se registran robos, asaltos y narcomenudeo.
El periodista Héctor de Mauleón señaló en una columna en El Universal que organizaciones vecinales han identificado 44 puntos de riesgo dentro de la unidad habitacional. Se trata de espacios oscuros y solitarios, sin vigilancia, ocupados por personas en situación de calle y apenas ocho policías por turno son responsables de vigilar 90 edificios, más de 11 mil departamentos y una población de más de 30 mil habitantes.