Eran las 11 de la noche del 30 de octubre. Jaime Celis circulaba en su bicicleta sobre Manuel Lebrija, a unos metros de Metro Pantitlán, cuando vio a un grupo de motociclistas que desaceleraba al pasar cerca de él. Nunca pasó por su mente que sería la víctima de una “broma”.
El adolescente que rodaba a su izquierda estiró su pierna, lo empujó y lo arrojó contra un árbol. Jaime volvía del trabajo. Ellos grababan. La caída y la risa quedaron registradas en un video que se hizo viral.
La agresión, que tuvo lugar a solo dos kilómetros de su casa en el municipio de Nezahualcóyotl, causó lesiones al ciclista de 46 años.
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El árbol evitó una tragedia
En entrevista con La Silla Rota, Celis relata que en un principio no se percató de la presencia del grupo de motociclistas. "Pensé que era otra bicicleta, nunca pensé que fuera la moto”, confiesa. Sin embargo, segundos después logró distinguir un grupo de al menos cinco o seis motos que rodaban juntas.
Una de las motos se le acercó. Era conducida por un joven vestido de blanco, con gorra, sin casco. Sin mediar palabra, lo empujó con su codo y pierna. Jaime perdió el control y salió volando contra un árbol.
El impacto fue violento. Sin embargo, la fortuna jugó a favor de Celis. "En realidad donde alcancé a caer es en el árbol. El árbol es el que me ataja y por eso no fue tan aparatoso”, explica. El ciclista apunta que, de no haber sido por el tronco, hubiera impactado contra una pieza de cemento con varillas insertadas, un escenario que "hubiera terminado mal, mal”.
A este golpe de suerte se sumó su equipo personal. Sus lesiones se limitaron a un raspón en la pierna (arriba del tobillo) y un golpe en el hombro. “Lo que me ayudó también fue que traía la mochila; si se dan cuenta, no es tan delgada como muchas, es un poco gruesa y está algo acojinada”, detalla, señalando que el acolchonamiento de la mochila ayudó a que la lesión no fuera grave.
Aunque no llevaba casco, asegura haber "aprendido a cómo caer para no sufrir lesiones" y tras la caída, Celis pudo levantarse por sus propios medios.
“No se lo conté a nadie”
Tras la caída, Celis permaneció sentado unos segundos en la banqueta. En ese momento de la noche no había nadie más circulando que pudiera auxiliarlo. “Yo lo que hago es que me quedo sentado, trato de conectar mi cerebro con mi cuerpo para ver si tengo algo mal”, relata.
Al llegar a casa y verificar que sus lesiones eran superficiales, Celis tomó la decisión de no contarle a su familia (su esposa e hijos). "Sé que se preocuparían mucho más de lo que yo estuve en el momento, por eso no le avisé a nadie”, dice.
La “broma” que se hizo viral
El ataque, ocurrido el 30 de octubre, se hizo viral gracias a la imprudencia de los propios agresores ya que el 17 de noviembre, ellos mismos subieron el video a redes sociales. Fue gracias a compañeros de trabajo, quienes vieron el video, que Celis se enteró que su agresión circulaba en redes.
La viralización desató una movilización ciudadana. Gracias a las redes, se ha identificado a los presuntos responsables, sus nombres, e incluso se menciona la ubicación de sus domicilios y lugares de trabajo. "Ya solo falta que la autoridad cumpla y haga su parte”, sentencia Celis.
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El ciclista, quien aún no ha sido contactado por las autoridades, se está asesorando para levantar una denuncia. Por la magnitud y la alevosía del acto, muchos le han comentado que el caso podría constituir tentativa de homicidio por “la manera tan ventajosa y alevosa con que ellos actuaron”, subraya.
Jaime pide a ciudadanos no responder con violencia
A pesar de la rabia social que generó el video, Jaime Celis ha mantenido un discurso de contención, pidiendo que no se responda a la violencia con más violencia.
“Lo que yo no quiero es que caigamos en la línea de ellos. Quiero que esto se haga de la mejor manera y que la justicia haga su parte, sin llegar a actuar contra ellos y actuar mal”, afirma.
Actualmente, Celis y sus asesores se disponen a presentar la denuncia formal en las próximas horas, a la espera de que la justicia actúe y afirma que el incidente no lo bajará de su medio de transporte, que ha usado por más de 20 años.
"Tengo pasión por la bici y es muy difícil que la deje”.
gph
