Luis Ayala, un hombre de 48 años, e Isabella Orozco, una menor de edad, de 16, son las personas que más recientemente desaparecieron en la zona montañosa del Ajusco; el primero avisó que iba a ese lugar a hacer ejercicio, mientras Isabella fue vista al abordar un transporte público en San Miguel Xicalco.
Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre han desaparecido 114 personas en la alcaldía Tlalpan, a la que corresponde la zona del Ajusco, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda.
No es posible saber si Luis e Isabella están en los registros de esa Comisión, ya que la mayor parte de estos no presentan nombre, foto, edad o lugar de desaparición de las personas.
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En el sitio de la CNB consultado por La Silla Rota se ven decenas de registros sin fotos acompañados de la frase “Información reservada por la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México”.
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Según la madre de Luis Óscar, salió a caminar el 16 de septiembre y no regresó. Su reloj inteligente marcó como última ubicación el eje de Xalatlaco. Desde entonces, la familia ha realizado búsquedas en campo, solicitado el registro de llamadas y acceso a cámaras de vigilancia, sin respuestas claras hasta el momento.
Esos dos casos que han sido muy comentados en redes sociales se suman al de Amelí García, quien en junio avisó a su familia que haría senderismo en el Pico del Águila, en el Ajusco y desde entonces no se tienen noticias de ella.
Las autoridades capitalinas sólo han hecho referencia al caso de Amelí; de los otros dos no ha habido comentarios o referencias de operativos de búsqueda.
En enero pasado, integrantes del colectivo Una luz en el camino dijeron a La Silla Rota que el Ajusco era el foco rojo de las desapariciones en la Ciudad de México y pidieron que se tomaran medidas para registrar qué vehículos suben a la zona, pero no han sido atendidas.
Piden regular a guías de senderismo
Cada fin de semana, cientos de personas suben cerros, volcanes y montañas con la adrenalina como brújula. Pero en lugar de rutas seguras y guías certificados, se enfrentan a una actividad sin regulación, sin protocolos oficiales y con tragedias que se repiten.
El auge es real. Expertos estiman que la práctica del senderismo ha crecido más de 68% en la última década y el Ajusco es una de las zonas preferidas para quienes lo practican.
Sin embargo, también el número de casos de personas desaparecidas en esta zona ha aumentado. En los últimos meses, al menos tres personas han desaparecido en la zona conocida como el pico del águila en el Ajusco, identificada como zona de alto riesgo.
Pero nadie cuenta estas desapariciones, las últimas cifras oficiales datan de 2017, cuando tan solo en el Parque Nacional Izta-Popo y el Nevado de Toluca se registraron más de 130 mil visitas. Desde entonces, no hay datos actualizados que sirvan para establecer protoclos, ni diagnósticos públicos, ni mayor regulación.
Ante ello de senderistas y expertos urgieron a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) a acelerar los trabajos crear una ley que ponga orden: que regule las rutas, certifique a los guías y establezca las reglas básicas para practicar este deporte en condiciones seguras.
Zonas de riesgo
Las inmediaciones de la Ciudad de México y el Estado de México concentran parajes boscosos populares para excursionistas, pero varios se han convertido en focos rojos de inseguridad. En foros de senderismo, usuarios locales desaconsejan visitar sitios como el Ajusco (al sur de la CDMX) o Los Dinamos (Magdalena Contreras) debido a asaltos e incluso cobros de extorsión por parte de delincuentes armados.
Esta situación también se replica en montañas del vecino Estado de México: de acuerdo con reportes de 2023, el Cerro Telapón, en las faldas del volcán Iztaccíhuatl, fue señalado como “la zona más peligrosa” por una serie de robos violentos contra senderistas.
Contexto: En países como Francia, España o Australia, donde existen rutas homologadas, guías certificados y leyes que regulan el montañismo, en México cualquiera puede abrir un grupo en Facebook, subir al Ajusco dos veces y empezar a cobrar por “excursiones”. Sin capacitación, sin respaldo, sin responsabilidad.
“Escalar cualquier montaña no te hace experto, pero desgraciadamente no hay ninguna normativa que impida que gente se ostente como profesional, sin una cédula, sin, un respaldo oficial, sin la certificación adecuada”, advierte Alfonso Espinal, líder del grupo Águilas de la Montaña y Codasports México, con más de 30 años de experiencia.
djh
