CCH SUR

La llamada al 911 que alertó de Lex Ashton, pero no evitó el ataque en el CCH Sur

La madre del joven de 19 años declaró a autoridades que su hijo iba armado, de acuerdo con información de las investigaciones a las que La Silla Rota tuvo acceso

Créditos: Raúl Estrella / La Silla Rota
Escrito en METRÓPOLI el

El 22 de septiembre de 2025, la llamada de una mujer preocupada ingresó a la línea de emergencias 911 de la Ciudad de México.

Reportó que su hijo no aparecía y que en su habitación faltaban algunos objetos. Fue una llamada más entre las 20 mil que recibe diariamente el sistema. Minutos después, ese joven, identificado como Lex Ashton N, atentaría contra la vida de un estudiante de 16 años dentro del CCH Sur.

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La madre del joven de 19 años declaró a autoridades que su hijo iba armado, de acuerdo con información de las investigaciones a las que La Silla Rota tuvo acceso.

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Una llamada antes del mediodía

Fuentes del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) confirmaron a La Silla Rota que la llamada de la madre se registró antes del mediodía; es decir, al menos una hora antes del ataque. 

Sin embargo, el protocolo no detonó una respuesta que pudiera haber anticipado lo que ocurriría.

Según el comunicado conjunto del C5 y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la operadora siguió el procedimiento establecido: registró la llamada, canalizó la alerta al área de despacho y notificó a las autoridades correspondientes. 

“Desde el primer momento se actuó de acuerdo con los lineamientos”, asegura el texto oficial.

Sin embargo, la cronología de los hechos revela que los oficiales de la SSC no acudieron al plantel ubicado en la alcaldía Coyoacán por la llamada de alerta, sino hasta que se reportó una persona lesionada dentro del plantel, alrededor de las 13:00 horas. 

“No dijo que estuviera armado”

En entrevista, el coordinador general del C5, Salvador Guerrero Chiprés, confirmó la existencia de la llamada.

“Sí, hubo una llamada de ella, pero no dijo que estuviera armado”, explicó. “Ella sólo mencionó que no encontraba a su hijo”.

Guerrero Chiprés detalló que el 911 en la Ciudad de México que de las llamadas recibidas cada día, sólo 4 mil son emergencias o urgencias reales. Más de la mitad son improcedentes porque se trata de bromas, insultos o falsas alarmas.

“Puede necesitarse una ambulancia en un lado y hay una historia verosímil ante la cual el sistema no duda, envía la ambulancia y resulta falsa, mientras una persona realmente necesita ese auxilio.”

Esa saturación, explica, obliga a los operadores a priorizar casos donde se reporta un riesgo directo o comprobable a la vida. 

—¿Cuál es el protocolo si se recibe una llamada de una persona alertando que un familiar puede ser peligroso para otra persona?, se le preguntó.  

“No tenemos llamadas muy frecuentemente de eso. Si una persona llama, se recibe la llamada y se despacha una patrulla a verificar y confirmar la información con quien la hizo”, respondió.

Raúl Estrella / La Silla Rota

Sin embargo, no hay constancia pública de que una patrulla haya sido enviada al domicilio de la madre antes del ataque.

La Silla Rota solicitó una postura sobre este caso a la SSC; sin embargo, señalaron que el caso está bajo proceso de investigación y no se dio más información. 

“Miles de llamadas de broma”

Karen, una operadora con ocho años de experiencia en el 911 capitalino, describe, en entrevista, un sistema de alerta saturado. 

Afirma que de las mil llamadas que atiende al día, apenas entre 40 y 50 son efectivas. El resto, dice, son bromas o mal uso.

“Recibimos muchas de menores de edad, de secundaria o preparatoria. Es muy común”, explica. “Por eso es difícil saber cuándo una llamada es real o cuándo puede anticipar algo grave”.

Ante una amenaza o riesgo en un espacio público, señala que el protocolo indica que “se informa a los superiores, se envían los servicios de apoyo y, si se tiene la ubicación, se despachan patrullas o personal al sitio”. 

En este caso, sin una amenaza clara ni un lugar específico, la alerta quedó en una zona gris.

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La respuesta policial

Cuando finalmente la SSC acudió al CCH Sur, no lo hizo por la llamada de advertencia, sino por un reporte de persona lesionada.

“Personal de la SSC acudió [...] debido al reporte de una persona lesionada; al llegar, derivado de la naturaleza autónoma de la institución, no se permitió el acceso”, señaló la dependencia en un comunicado.

Entre la llamada de la madre y la respuesta policial hay un vacío de tiempo y de acción.

El C5 sostiene que siguió el protocolo. La SSC dice que acudió tras el ataque. La Fiscalía ubica el crimen una hora después de la llamada. Y la UNAM, por su autonomía, fue la primera en responder dentro del plantel.

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