Desde las primeras horas del 28 de octubre, el Templo de San Hipólito, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se convirtió en el punto de encuentro de miles de creyentes de San Judas Tadeo. Portando imágenes, flores y veladoras, los devotos agradecieron los milagros y favores concedidos por el llamado “santo de las causas imposibles”.
El ambiente festivo combinó la fe con el colorido de los comerciantes y el sonido de los cohetes que marcaron el ritmo de la celebración. Las filas para ingresar al templo se extendían por avenida Hidalgo, donde algunos fieles prefirieron rezar o cantar las tradicionales mañanitas afuera del recinto.
Te podría interesar
Mandas que cruzan fronteras
Entre los miles de asistentes estuvo Gerardo, originario de Oaxaca, quien cada año viaja a la capital como parte de una manda.
“San Judas me curó de una enfermedad y por eso vengo a regalar chocolates”, contó mientras ofrecía dulces a los niños que pasaban frente al templo.
También Misael, devoto desde hace ocho años, cumplió su promesa regalando dulces a los asistentes. “El santo me ayudó cuando tuve un problema de salud, y desde 2017 no he faltado ningún año”, explicó.
PUEDES LEER: Nivel del Sistema Cutzamala casi al 100% debido a la temporada de lluvias 2025: Conagua
“Vale la pena venir”, dicen los fieles
Desde Toluca, Teresa Rosales viajó con su familia para agradecer los favores recibidos. “Vale la pena venir. Ha habido años con más gente, pero la fe sigue igual de fuerte”, expresó mientras encendía una veladora.
José Luis Rivera, de Tláhuac, pidió por la salud de su esposa: “Vengo a pedirle a San Judas por mi mujer, que se recupere pronto”. Luis, del barrio de Tepito, acudió con su novia para agradecer haber salido bien de una operación de apendicitis. Ambos llevaron pequeñas figuras del santo, símbolo de su gratitud.
PUEDES LEER: Megaofrenda UNAM 2025: fechas, sede y temática de este año
Entre cohetes, flores y dulces
El fervor se hizo presente no solo en las oraciones, sino también en los gestos de solidaridad. Gabriel Olmedo repartió 34 cajas de refresco de lata entre los asistentes. “Lo hago de corazón”, dijo. Recordó que incluso durante la pandemia mantuvo su promesa, cuando apenas había fieles y repartió entre el personal de limpieza del gobierno capitalino.
La jornada estuvo acompañada por el Trío Toro Huasteco, que interpretó las tradicionales mañanitas en honor a San Judas.
Entre el humo del incienso, los cantos y el color verde y blanco de los atuendos, miles de fieles renovaron su esperanza en el santo que, dicen, nunca abandona a quienes creen en él.
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
