Paola Rojas tenía la costumbre de separar la basura en inorgánica y orgánica. A través de redes sociales, conoció Hagamos Composta, una iniciativa que utiliza los residuos orgánicos para convertirlos en tierra fértil.
“Adquirí el estilo de vida de Zero Waste… me empezaron a salir cuentas y encontré la de Hagamos Composta, que además coincidió con ser hermano de una amiga mía”, comenta para La Silla Rota.
Para ser parte de la iniciativa, Paola pagó una inscripción única de 350 pesos, con la que obtuvo dos cubetas para sus residuos. Cada vez que recogen su cubeta llena, paga 85 pesos.
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Con cada entrega, le dan una cubeta limpia. Después de 15 recolecciones, ella recibe composta que utiliza en las plantas de su casa.
El impacto de hacer composta
Hagamos Composta nació como un proyecto personal para ofrecer un servicio que respondiera a todas las personas que separaban sus residuos orgánicos, explica Gerardo Montes de Oca, director general y fundador del proyecto.
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“Ya había mucha gente que separaba los residuos… pero faltaba algo o algún proyecto que lo manejara correctamente”, señala.
A ocho años de su fundación, en 2024, Hagamos Composta se consolidó en 30 sedes nacionales y cuenta con la participación de 25 mil familias.
En el último año, se realizó la recolección de 2.6 millones de kilos, lo que evitó la emisión de 4.4 millones de kg de CO2, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global.
Diversificar para ayudar
Además de la recolección de residuos orgánicos, está el proyecto Hagamos Poposta, que se encarga de la recolección de heces fecales de animales de compañía.
Su iniciativa más reciente, Hagámonos Composta, invita a las personas a despedirse de sus animales de compañía de una forma más amigable con el ambiente.
“Es una alternativa a la incineración y es una forma natural de que los animalitos de compañía, después de que fallecen, vuelvan al suelo en forma de composta”, explica Gerardo.
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La necesidad de pensar en el ambiente
A través del compostaje aeróbico, que implica tener los residuos al aire libre y en constante movimiento, los microorganismos realizan la descomposición correcta para convertirlos en tierra fértil, explica Gerardo.
Con esto, se logra una economía circular en la que las familias entregan sus residuos, estos son tratados y regresan para abonar sus plantas.
Esto se vuelve fundamental para seguir habitando una ciudad, enfatiza Gerardo, debido a que cada vez hay más personas y los suelos ya no tienen nutrientes.
¿Cómo unirse a Hagamos Composta?
Para ser parte de Hagamos Composta, solo hay que ingresar a su página oficial https://hagamoscomposta.org/ o preguntar a través de sus redes sociales para inscribirse en el programa que se desee.
Es importante considerar que no tienen cobertura en todos los lugares de la República, por lo cual se debe verificar que el domicilio esté incluido en sus rutas semanales o quincenales.
El proyecto de Hagamos Poposta tiene un costo de inscripción única de 350 pesos y cada recolección cuesta 100 pesos. Por otro lado, para Hagamonos Composta, el costo es de 5 mil 200 pesos.
VGB
