Un joven que acosaba y hostigaba a su compañera de la Escuela Bancaria y Comercial ingresó al plantel Juárez de la institución con un arma de fuego cuando esta cortó toda relación con él.
Según el testimonio de la víctima, las advertencias comenzaron al menos dos semanas antes del incidente.
Dos semanas de acoso
En entrevista con La Silla Rota, Karime Kuri, estudiante de Mercadotecnia de quinto semestre, relató que durante dos años sostuvo una amistad cercana con un joven identificado como Andrés. No obstante, decidió distanciarse de él porque le pareció que tenía como actitudes manipuladoras derivadas de una etapa de depresión y ataques de ira.
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El quiebre definitivo ocurrió el 26 de septiembre, cuando Karime recibió capturas de pantalla de conversaciones en las que Andrés amenazaba con hacerle daño a ella y compañeras.
“Me llegaron unos screenshots de Andrés hablando de mí y de otras niñas. Cuando lo confronté, dijo que lo habían hackeado”, recuerda la joven.
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Desde ese momento decidió cortar todo contacto. Pero durante las dos semanas siguientes, Andrés la acosó dentro del campus, siguiéndola por pasillos y salones.
Hasta que la mañana del 10 de octubre, Karime lo enfrentó directamente y le advirtió que, si no dejaba de hostigarla, presentaría una denuncia ante el Ministerio Público.
Respuesta insuficiente de la EBC
Esa misma tarde, alrededor de las 19:00 horas, Karime fue alertada de que Andrés había entrado al plantel con un arma de fuego. Inmediatamente reportó el hecho a la administración, que, según su testimonio, tardó varios minutos en reaccionar.
“Sólo hablaron con él cinco minutos. Salió enojado y diciendo que yo ya había valido madres”, cuenta.
La estudiante asegura que el protocolo de seguridad fue nulo ya que ni se resguardó a los alumnos ni se informó a los docentes. Fue su profesor quien, al conocer la situación, le indicó una ruta alterna de salida para evitar encontrarse con el agresor.
La policía, sostiene, llegó cerca de las 22:00 horas, cuando ella ya había abandonado el edificio. Mientras tanto, la institución “siguió su protocolo”, que consistió básicamente en permitir la salida de los estudiantes sin brindar información ni resguardo.
EBC expulsa a alumno bajo presión de padres de familia
Tras el incidente, la EBC determinó una suspensión de una semana para Andrés. Pero en una reunión posterior con padres de familia y alumnos, la presión fue tal que el plantel terminó expulsándolo de manera definitiva.
“Obviamente, a raíz del miedo que tuvieron los alumnos… se le dijo al director que si no lo daban de baja, los papás iban a sacar a sus hijos o dejarían de pagar las colegiaturas”, relató Kuri. “Nos ven como un negocio, pero también somos humanos y merecemos protección”.
Padres y estudiantes también exigieron mayores medidas de seguridad y un protocolo claro para casos de amenazas o acoso ya que denuncian que el campus Juárez sólo cuenta con dos elementos de vigilancia y ningún filtro real de acceso.
“No se revisan mochilas ni se cotejan credenciales, lo que permite el ingreso de cualquier persona con un pase o identificación prestada”.
EBC pide disculpas y anuncia medidas de seguridad
Cinco días después del incidente, la EBC emitió un comunicado en el que confirmó que la tarde del 10 de octubre recibió el aviso de que un alumno portaba un arma dentro del campus Ciudad de México. Según la institución, en ese momento se activó “el procedimiento de inspección” y se evacuó el edificio “dada la posibilidad y seriedad del caso”.
La escuela aseguró que, aunque las autoridades no pudieron confirmar la presencia del arma, inició una investigación interna que concluyó la noche del lunes 13 de octubre, cuando el Comité de Integridad determinó la baja definitiva del estudiante y prohibió su ingreso a cualquier campus.
En el comunicado, la EBC informó que desde entonces ha sostenido foros y mesas de diálogo con alumnos y padres de familia y que reforzó sus medidas de seguridad con más personal de vigilancia, un arco detector de metales en el acceso principal, revisión aleatoria de mochilas y el uso obligatorio de credenciales institucionales.
La institución ofreció además una disculpa pública por lo ocurrido y reconoció que se trató de “un incidente serio y preocupante”.
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“Yo no busco hacer ruido, sólo quiero que ninguna otra escuela espere a que pase algo peor para reaccionar”, concluye Karime.
Contexto: el 22 de septiembre, un estudiante del CCH Sur, Jesús, fue asesinado por un exalumno de ese plantel Lex Ashton, quien pasó por periodos de depresión y había expresado en foros que deseaba vengarse de quienes podían relacionarse sentimental y sexualmente con sus compañeras.
La Silla Rota dio a conocer que Lex, de 19 años, presenta antecedentes de acoso escolar (bullying), depresión y que al momento estaba bajo evaluación médica en el IMSS.
La investigación de la Fiscalía de Justiciaw de la CDMX encontró que Lex había publicado sus amenazas en foros incel (célibes involuntarios, o jóvenes con dificultad para relacionarse con mujeres).
VGB
