El pueblo de San Mateo Ixtacalco, que colinda con San Sebastián Xhala, Santa Bárbara y San Lorenzo Riotenco en el Estado de México, enfrenta una crisis de desabasto de agua que ha puesto en evidencia su compleja situación administrativa. La comunidad parece estar en un limbo de "no pertenencia", ya que los municipios de Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli se abstienen de resolver de manera definitiva la falta de agua, derivado de un diferendo territorial que sostienen ambas alcaldías desde hace 50 años.
En San Mateo Ixtacalco y la comunidad aledaña de Los Sabinos residen más de 13 mil habitantes y existen cerca de mil casas. La falta de un abasto regular del líquido ha generado un conflicto entre ejidatarios y habitantes desde el pasado primero de octubre.
Bloqueos viales y la voz de los afectados
"Solo cae un hilito de agua", comentó don Rafael desde su taller de embobinado de motores, aliviado de que "al menos cae algo", pues los vecinos llevan varias semanas sin el servicio de agua regular en sus domicilios.
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La crisis de falta de líquido en las viviendas, que se agudizó el primero de octubre, provocó una serie de bloqueos de vialidades clave como la carretera Cuautitlán-Teoloyucan-Coyotepec, con el fin de exigir una solución inmediata.
Martín Lucio, vendedor de tacos de cortes especiales, refirió que es un problema que arrastran desde hace más de cinco años. Además, consideró que parte de la responsabilidad recae en la señora Juana, quien encabezaba el Comité de Agua del Pueblo de San Mateo Ixtacalco.
Acusaciones y renuncia del comité del agua
De acuerdo con los vecinos, la entonces presidenta del comité, la señora Juana, autorizó la conexión a la red de agua potable no solo a comercios irregulares, sino también a empresas y Centros de Distribución (CEDIS), lo que, según argumentan, contribuyó al agotamiento y mal manejo de la red por su "falta de visión para la preservación del agua potable".
El conflicto por el abasto de agua generó la renuncia reciente de la señora Juana como representante del Comité Ciudadano de Agua de San Mateo Ixtacalco, un hecho que ocurrió posteriormente a las primeras reuniones de diálogo con el gobierno de Cuautitlán Izcalli en búsqueda de una solución.
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Disputa territorial, el origen del conflicto
Originalmente, el pueblo de San Mateo Ixtacalco pertenecía a Cuautitlán. Sin embargo, hace 50 años, con la creación del municipio 121, Cuautitlán Izcalli, fue incorporado a esta nueva demarcación. Parte de la población promovió un amparo y logró que la comunidad regresara a Cuautitlán, iniciando la disputa.
En medio de este proceso, en noviembre de 2021, se publicó el Decreto 334 en la Gaceta del Gobierno del Estado de México, el cual determinaba la incorporación de estas áreas a Cuautitlán México.
A pesar de ello, el diferendo territorial persiste. El Tribunal Superior de Justicia del Estado de México ordenó la suspensión del Decreto 334, lo que detuvo la ejecución de la unificación de estos territorios. Con base en esta suspensión, la situación legal de San Mateo Ixtacalco y Los Sabinos continúa en disputa y su pertenencia a Cuautitlán México no se consolidó legalmente.
Alcaldes se deslindan y buscan paliativos
Ante la falta de respuesta, los habitantes acudieron con las autoridades de ambos municipios. "No nos resolvió ni uno ni otro, que, porque no pertenecemos a ellos", señaló el señor Pedro, quien acudió ante el alcalde Daniel Serrano de Cuautitlán Izcalli y la alcaldesa de Cuautitlán, Juana Carrillo.
Por su parte, el gobierno de Cuautitlán Izcalli, en su afán por terminar con cuatro días de bloqueos viales, optó por intentar resolver el conflicto y ofreció reabastecer la red con el pozo de los vecinos de San Lorenzo Riotenco.
El presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano, explicó que la dotación de agua para este poblado proviene del Pozo “San Lorenzo”, que genera un abasto de 16 litros por segundo. "El Pozo San Lorenzo es un pozo sano, que abastece sin problema a los 3,500 habitantes izcallenses de San Mateo Ixtacalco", explicó, señalando que la gestión y cobro correspondía al "Comité Ciudadano del Agua de San Mateo Ixtacalco".
"Sin afán separatista, a nombre del gobierno de Cuautitlán Izcalli consideramos que el gobierno de Cuautitlán México, a través de su organismo del agua o los habitantes de San Mateo Ixtacalco que habitan en ese municipio, deben contribuir al pago por la dotación del agua”, agregó el alcalde.
Acuerdos para una solución intermunicipal
Los acuerdos alcanzados con los habitantes de San Mateo Ixtacalco incluyen que los organismos del agua de Cuautitlán Izcalli y Cuautitlán México, además de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), retomarán temporalmente la operación del abasto de agua al pueblo, con el objetivo de lograr una distribución eficiente y equitativa, mientras se resuelve la disputa territorial de fondo.
Cuautitlán Izcalli, a través del pozo San Lorenzo, actualmente esta suministrando agua potable a San Mateo Ixtacalco, sin embargo, aún no se acuerda la forma en que los habitantes de la zona del lado de Cuautitlán realizarán el pago por el servicio. Situación que podría derivar en el desabasto y nuevos bloqueos.
De confirmarse la sentencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, San Mateo Ixtacalco pasará totalmente a ser parte de Cuautitlán y ese municipio no sólo deberá resolver el problema de desabasto de agua a toda la comunidad, si no que también tendrá que resolver temas de claves catastrales, redes de drenaje, unidades económicas y acciones de seguridad, entre otras.
En contexto: el diferendo limítrofe entre Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, del cual San Mateo Ixtacalco es una de las áreas más afectadas, data de la creación de Cuautitlán Izcalli en 1973. A lo largo de las décadas, diversas resoluciones y amparos han intentado definir la pertenencia de esta zona, que abarca una parte significativa de terreno y población. La publicación del Decreto 334 en 2021 fue un intento de la Legislatura local por resolver el problema a favor de Cuautitlán, pero la suspensión judicial posterior mantuvo el statu quo de incertidumbre administrativa.
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Otro conflicto reciente y más violento por límites territoriales es entre Cuautitlán y Teoloyucan, originado por un Centro de Distribución (CEDIS) en la carretera Las Ánimas–Coyotepec, que llegó a la confrontación física, disparos y lesiones de policías. Un problema similar existe con Melchor Ocampo, quien reclama el territorio donde se construye otro centro de distribución.
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