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“El Mamey de San Lucas”, en Tejupilco, pronto será historia

Se reporta que 96 familias con 480 de sus integrantes, de acuerdo con el delegado de la comunidad, José Juan Nolayo Vargas, perdieron su hogar ante el estruendo del resquebrajamiento de las peñas

Créditos: Fotos y videos de Arturo Callejo
Escrito en METRÓPOLI el

El cerro de la comunidad El Mamey de San Lucas, en Tejupilco, es un riesgo latente, ya registró deslaves y la zona ha sido evacuada, los pobladores no pueden regresar a sus viviendas por su seguridad, La Silla Rota recorrió la zona.

Fue la noche del 11 de septiembre, cuando una intensa lluvia jamás antes vista, que duró alrededor de cuatro horas, hizo tronar la montaña del poblado de “El Mamey de San Lucas”, municipio de Tejupilco situado al sur del Estado de México y en cercanía con la Sierra de Nanchititla.

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96 familias con 480 de sus integrantes, de acuerdo con el delegado de la comunidad, José Juan Nolayo Vargas, perdieron su hogar ante el estruendo del resquebrajamiento de las peñas. Incluso, un estudio especializado en la zona revela que hay al menos 100 grietas sobre la montaña, por lo que el poblado es inhabitable.

Una vez que dejó de llover y sólo chispeaba aquél día, ya en las primeras horas del jueves 12 de septiembre, con la tristeza y el miedo a cuestas, los habitantes comenzaron a sacar sus pertenencias para irse a resguardar con sus hijos, amigos o compadres en otras comunidades cercanas como “El Platanal”, “Melchores”, “El Sauz”, “El Limón”, “Agua Negra”, “Rincón”, “Fundadores de San Lucas”, “Antonios”, “Cuevillas”, “El Salitre”, “El Llano”, “Piedra Ancha”, “Martínez” y “San Lucas” y así lograr salvar la vida. “El pueblo se desperdigó”, recuerda entre sollozos el señor Oliverio Pérez Gregorio.

Pobladores desolados en Tejupilco

Con el apoyo de la policía del Estado de México en su región de Tejupilco, La Silla Rota llegó a la comunidad de “El Sauz”, que queda a hora y media del centro de este municipio sureño, atravesando caminos complicados entre la montaña para encontrarse en el atrio de la parroquia del Señor de Chalma, a la comunera María Ofelia, quien recordó que aquel día por la noche de la tragedia descansaba con su esposo e hijo.

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Entre sollozos indicó que, de momento comenzó a llover mucho muy fuerte y, “entonces se oyó otro trueno, es en este cerro, en el Cola del Payaso, yo casi lloraba, muy triste que se oyó, yo no dormí toda la noche, porque yo me espanté mucho, nunca oíamos eso y paró (la lluvia) como a las cuatro (de la mañana), pero quedó como llovizna y ya me hice bolita tantito y ya luego me levanté y andaba mi hijo abajo y me dijo, ¡mamá se partió más el terreno!, se cayó mi baño, un pedazo de barda”.

“Dijimos, ¿ahora qué podemos hacer? y ya luego el delegado anduvo y llegó muchísima gente, vinieron de Toluca, los policías llegaron y vino el presidente de Tejupilco, nos trajeron despensas y nos dijeron, ¿saben qué?, ahorita van a revisar todo el cerro que ya está abierto y va pa bajo, ¡sálganse ya!, porque este es un aviso, y que no se reúna la gente aquí porque uno mesmo lo está bajando, esto es como una gelatina y tiembla, tiembla y se va bajando y ¡ustedes sálganse ya!”, expresó.

Acompañada de su hija, la comunera de “El Mamey de San Lucas” se enjuaga sus ojos de lágrimas por recordar que en su vivienda agrietada fue muy feliz, “con nuestras cositas y ya después que pasó esto toda una lloradera porque no podíamos, porque de un rato a otro nos volvimos a salir. Dijo mi esposo, ¡yo no me salgo!, y le digo, ira, sí, vamos a salirnos ¿por qué?, porque Dios nos dio vida todavía, como en otros lugares nos tenemos que salir. ¡Yo no me salgo, esta es mi casa y aquí voy a estar!, mis hijas le dijeron, no papá, tenemos que salir porque su casa está bien estrellada, ¿que esperamos?, y dice él, no pues sí, ¿pero tanta cosa que tenemos?, pues ni modo, tenemos que salir”.

Y llegó la ayuda vecinal

“Mucha gente nos ayudó y los mismos policías. Y empezaron a ayudar a la gente que estaba más retirada hasta abajo, empezaron a ayudar a sacar las cosas y carros, había muchísimos carros, gracias a Dios ellos son los que no nos cobraron, ¡orales, es una caridad!, todas, las ruleteras y no ruleteras cualquier carrito nos ayudó”.

“Gracias a Dios mucha gente nos apoyó, ¡vengase!, aquí está fulano en la casa, aquí está otra casa y acá está otro, mi hijo se fue para Melchores, para allá, él como tiene a su suegro en Melchores ya le dijo, vente pa acá, que están haciendo, trae a los niños y se fue mi hijo pa Melchores y nosotros nos venimos con mi hija que vive hasta allá arriba, nos dijo, no se preocupen, lo bueno que están con vida y vamos a poner todas las cosas y llevé otro poca de cosas. Gracias a Dios nos han apoyado con comida, despensa, no es igual como en su casa, en su casa se sienta uno tranquilo, pero pues ahí vamos”, narra la señora María Ofelia.

Desaparece “El Mamey San Lucas”, por seguridad ya no se puede regresar

El delegado, José Juan Nolayo Vargas, informó que, por seguridad de sus paisanos, este fin de semana esta comunidad fue cerrada en sus caminos para que nadie regrese a sus viviendas y ponga en riesgo su integridad física.

“Nos dijeron los geólogos que, derivado de una tormenta fuerte, de alrededor de cuatro horas de lluvia fuertísima se vinieron deslaves, se vinieron agrietamientos, cuarteaduras en las casas, pues algo que jamás se había visto en esta localidad. Derivado de todo eso nos dijo (el geólogo) que, según su estudio que él tiene, su diagnóstico es que estamos en zona de alto riesgo, la tierra se está hundiendo, se está moviendo y por consiguiente no es habitable, nos dijeron que solo puede ser tierra de cultivo, pero habitable ya no. No podemos regresar a nuestros hogares, las 96 familias perdieron todos sus hogares”, sostuvo la autoridad local.

Refirió que toda la zona de esta localidad de un momento a otro va a colapsar por sus decenas de grietas que tiene, “va a haber un estudio más profundo para evaluar toda la zona, lo que nos dijeron que regresar ya no, tal vez se permita utilizar las tierras para cultivo de maíz y se abra el camino para sacar las cosechas, si en tiempo de secas ya no hay movimiento podremos entrar por nuestras cosechas y sino pues perderemos nuestras cosechas”.

El delegado subrayó que, del gobierno del Estado de México, cuya administración está a cargo de Delfina Gómez Álvarez, sólo les ha hecho llegar una canasta alimentaria por familia, “ahorita me traje las últimas 10 que me faltaban, ya las traigo para completar de hacer la entrega y de otra dependencia no tenemos ninguna notificación de que nos puedan reubicar”.

Oliverio Pérez, agregó que tuvo que desplazarse a la comunidad de “Melchores”, pero no está convencido de ya no regresar jamás a vivir en él “El Mamey de San Lucas” y recuerda que junto con sus vecinos “nos agarró la noche, estábamos durmiendo, empezó a llover desde las siete de la tarde, recio, fueron como cuatro horas, ¿con viento fuerte?, no, nada más pura agüita, pero macizo. ¿Recuerda otra tempestad en algún otro año?, no, nada, nada, comenzaron a salir niños, animales, todo”.

Comuneros de Tejupilco se organizan para reubicar a sus paisanos

José Juan indicó que con delegados municipales ven la posibilidad de que a las familias damnificadas se les done un predio de tres hectáreas de uso común por la comunidad de “San Lucas del Maíz”, para construir sus nuevas viviendas, lejos del riesgo de la montaña, “ahí hay un predio de uso común y es la mejor opción para construir. Sería llegar a un acuerdo junto con el comisariado de bienes comunales y hacer la asamblea y por mayoría de votos tendríamos el documento que nos avale que nos están donando ese terreno”.

Los migrantes mexiquenses abren sus casas

En un acto de solidaridad, muchos paisanos de Tejupilco que trabajan en Estados Unidos, al enterarse de la tragedia vivida en “El Mamey de San Lucas”, han prestado sus hogares para que por el momento viva su gente en desgracia, indicó Rogelio Pérez Flores, coordinador de la iglesia del Señor de Chalma.

“La gente a veces sin pedirle nos han dicho que si se requiere ocupar mi casita aquí está, mi hijo está en Estados Unidos e hizo su casa y aquí está, no la están utilizando, algunos se fueron y dejaron la casa con llave, pero dijeron que ya se pusieron en contacto con sus familiares y dicen que ahí está su casa y así ya los vamos llevando (a las familias damnificadas) para que vean cómo instalarse, incluso, si no es para vivir al menos para guardar sus cosas, porque de repente son muchas cositas que quieren guardar, todavía hay como cuatro o cinco casas disponibles, unos dicen, yo vivo aquí pero les presto media casa, hay como dos espacios de casas para habitar todavía”, indicó el poblador.

El Señor de Chalma es bondadoso

Sobre el atrio de su parroquia, en la comunidad de “El Sauz”, Rogelio Pérez Flores, quien también se encarga de un pequeño comedor al que van a diario 60 comuneros en promedio a almorzar y comer, ahondó que los alimentos se cuecen en un fogón de leña porque hacen falta parrillas, estufas y tanques de gas, mientras que, mucha gente hace llegar con su bondad frijol, arroz, tamales, dinero, ropa, cobijas y colchonetas, entre otras cosas de ayuda solidaria.

En la zona, elementos de la policía estatal realizan constantes recorridos por las viviendas afectadas para evitar algún acto de rapiña.

 

 

 

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